El Diario.- La colocación de radares en las vías, si bien ha sido una medida adecuada, no ha logrado reducir la cifra de accidentes de tránsito por exceso de velocidad.
Manabí es, por debajo de Guayas y Pichincha, la tercera provincia en número de accidentes, según las cifras de la Agencia Nacional de Tránsito.
En el primer semestre de este año, a escala nacional, el exceso de velocidad se convirtió en la tercera causa de accidentes y causó el 16,6 % de las muertes por percances de tránsito.
La distracción al conducir y el irrespeto a las señales son las primeras causas.
Por ello, los radares no deben considerarse como único mecanismo de control; en muchos casos es necesario complementarlo con agentes debidamente equipados para evitar irregularidades.
Adicional, la ubicación de los radares debe ser estratégica, basada en datos de seguridad vial y en la posibilidad de aumentar las recaudaciones por multas.
“El exceso de velocidad es la tercera causa de accidentes de tránsito en el país”.
Es preciso que los organismos de tránsito, de todos los niveles de gobiernos que tengan la competencia, diseñen políticas comunes.
Pero una forma de contribuir a reducir la accidentabilidad tiene que ser la educación a la población sobre la importancia de respetar los límites de velocidad y las señales de tránsito. Si no hay conciencia, de poco servirán los controles.