La mujer que fue señalada de apuñalar a su novio fue liberada, pero con medidas sustitutivas. El juez ordenó que se presentara cada miércoles ante la Fiscalía, como parte de las investigaciones, y también que no puede salir del país.
El hecho se registró en la calle Francisco Baguillar, en Solanda, sur de Quito, durante la madrugada del 14 de junio. La implicada, llamada Gissela, contó los detalles que terminaron en una inevitable desgracia.
La hermana de Gissela junto con su marido y un bebé habían viajado de Latacunga, Cotopaxi, a Solanda, en Quito, el 13 de junio. Carlos, novio asesinado de Gissela, prometió darles posada en la casa donde se registró la muerte violenta.
“Yo me quedé con el bebé en la casa del novio de mi mamá (Carlos) porque ellos habían quedado en salir a bailar”, contó Isabel, hija de Gissela, durante la audiencia de flagrancia. La chica, de 18 años, y el infante se habían quedado dormidos desde la noche del viernes hasta la madrugada del sábado.
La pelea dentro de la casa de Solanda
Isabel detalló que a eso de las 02:00 del 14 de junio, sus parientes habían llegado a la casa de Carlos, entre ellos su madre, que estaba muy alterada y golpeó la puerta con fuerza. “Ellos estaban borrachos. Mi mamá gritó: ‘Abre, que me quiere matar (supuestamente Carlos)’”.
Isabel, de 18 años, salió a ver lo que pasaba y Gissela le contó que su novio la había golpeado. Entretanto, Carlos había entrado a la cocina y salió armado con un cuchillo. “Él le decía a mi mamá: ‘Te voy a matar, hija de p…’”, narró la chica en la diligencia.
En el calor de la bronca, Carlos arrojó a Gissela sobre un colchón y soltó una cuchillada directo a la cara de la mujer. Sin embargo, Isabel metió su mano para evitar que el hombre matara a su madre y la chica resultó herida.
Isabel salió a pedir ayuda, pero nadie la socorrió. En ese instante, volvió a entrar y vio que su madre y Carlos estaban forcejeando. En pocos segundos, Gissela se liberó de su novio y este se sentó en la cama por unos segundos.
Fueron a la UPC de Solanda a pedir ayuda
“Supongo que fue por el forcejeo que la punta (del cuchillo) se colocó hacia él y se apuñaló”, declaró Gissela. Fue en ese momento que su hija le dijo que salieran corriendo porque el tipo las mataría.
“Él nos siguió y se sostenía (la herida en) el estómago. Luego dijo: ‘Hijuepu… ya no avanzo’”, narró la joven. Gissela le rogaba que soltara el cuchillo, pero, al parecer, no hacía caso, por lo que salieron a buscar ayuda.
Gissela indicó que, en realidad, no fueron a entregarse a la Policía, sino que acudieron hasta la UPC del Parque Ecológico de Solanda para buscar ayuda. Al tiempo, el dueño de casa había llamado al ECU-911 para que enviaran paramédicos y cuando llegaron hallaron a Carlos recostado, sin vida, sobre las gradas de la casa.
“Cuando estábamos en la UPC, le llamó un agente a otro policía y le comentó que mi novio estaba muerto. Pero cuando nosotras salimos, él estaba sentado”, declaró la mujer, quien fue detenido junto con su hija. El caso fue tratado como un homicidio y las medidas sustitutivas fueron a favor de Gissela, quien no fue a prisión. Su hija, en cambio, no fue incluida en el proceso.