Diario El Universo.- La reducción del impuesto al valor agregado (IVA) del 12 % al 5 % en los materiales de construcción beneficiará no solo al sector inmobiliario sino también a la ciudadanía en general, en la medida en que se incluyan los insumos que se emplean para la fabricación de estos materiales, según representantes del sector que esperan conocer la lista de los productos que estarán exentos, y que esto se complemente con otras acciones, como el acceso al crédito.
La Asamblea Nacional aprobó el martes 6 de febrero en la ley para enfrentar el conflicto armado interno que la tarifa del IVA se reduzca siete puntos para los materiales de construcción.
El vicepresidente de Constructores Positivos, Joan Proaño, indica que la reducción del IVA al 5 % “va a ser beneficiosa en tanto y en cuanto se incluyan también los insumos que se utilizan en la fabricación de materiales de construcción”. Si un fabricante de estos materiales recibe insumos con 12 % de IVA y luego tiene que vender con IVA de 5 %, lo que va a tener que hacer es subir su base imponible, “no podría perder, porque no tendría con qué compensarse el IVA, entonces tendría que una parte ese 7 % del IVA cargar a sus costos, en cuyo caso no va a haber una disminución en el precio de venta final del producto”.
Además de ello, comenta que a todos los fabricantes los que les pasará es que van a ser “menos competitivos” y va a empezar a ingresar más productos importados, que reemplacen a los nacionales.
El vocero de la Asociación de Promotores Inmobiliarios del Ecuador (Apive), Jaime Rumbea, considera que “toda medida que permita reactivar la construcción y con ella el empleo es necesaria e importante. Es positivo sin lugar a duda”, y recuerda que fue un ofrecimiento en campaña del presidente Daniel Noboa. “Cualquiera que compre el producto, sea para hacerse su casa, su oficina, ampliar, arrendar, etc., le va a beneficiar esto, una vez que esté implementado”.
En ese sentido, si es que toda la cadena de la construcción tiene un IVA del 5 %, sumado a la devolución del IVA en compras para construcción de proyectos inmobiliarios, “lo que podría pasar es que las viviendas bajen de precio y con esto haya una mayor demanda, lo que a su vez generaría más proyectos y empleo… esto es un círculo virtuoso”.
Esa devolución de impuesto se aprobó en la Ley Orgánica de Eficiencia Económica y Generación de Empleo y ya está en vigencia, recuerda Proaño.
Para Rumbea uno de los problemas son los procesos de devolución de impuestos del SRI, “si no funciona rápida y eficientemente no va a funcionar y aquí hay un listado para los productos, que tienen que armar un grupo de eruditos”.
Agrega que ya hay un caso similar en productos exentos del IVA, que se da en el agro, y que se tendrá ahora con la reducción del 12 % al 5 %, “es muy positivo, pero para cuándo, es excelente en potencia, pero necesitamos ponerle la transitoria que diga esto tiene que estar implementado en tal fecha y se va a medir en tal fecha”.
Proaño indica que aún es difícil calcular el impacto que tendría las acciones que se han implementado. Si es que todo funciona de manera correcta, es decir, el reglamento acompaña esta ley, el SRI realiza de manera oportuna la devolución del IVA, se “van a empezar a ver las deducciones de los precios finales y estimamos que puede estar entre el 3 % y el 4 %”.
Comenta que los materiales de construcción son solo una parte de un proyecto inmobiliario, pues hay tener en cuenta los costos directos, los indirectos, el precio del terreno, por lo que depende muchísimo del reglamento para saber el porcentaje de los precios finales.
A más de considerar los créditos bancarios, porque la mayoría adquiere una vivienda a través de un préstamo. Además, menciona que los bancos han dicho que van a recortar el crédito hipotecario en este año y ahí es cuando el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) “empieza a jugar un papel preponderante y tiene que retomar el liderazgo que lo tuvo en 2012-2014, donde representaba el 70 % del mercado inmobiliario y ahora solo el 30 %”.
Rumbea también tiene un criterio similar con respecto a los créditos para vivienda, pues dice que va a depender de la disponibilidad o la oferta de hipotecarios y en la actualidad no es un momento en el que esté “muy disponible”.