Las dos mujeres, que durante seis años abanderaron el matrimonio igualitario en el país, se separaron poco después de 15 días de su enlace en el Registro Civil capitalino, el pasado 5 de agosto, pero el divorcio se oficializó recién este viernes 27 de septiembre.
La relación de las dos jóvenes estaba complicada por divergencias emocionales y problemas económicos, y motivó que Gabriela dejara el hogar que compartían. La separación, tramitada de común acuerdo, se produjo luego de varias semanas en las que en el entorno de Troya se buscó minimizar el golpe de opinión pública que puede significar para la lucha por los derechos de las minorías sexuales en el país.
Varios abogados de la diversidad sexual intentaron mediar en el conflicto pero no tuvieron éxito y la noticia se filtró en redes sociales con comentarios homofóbicos que fueron censurados por algunos usuarios, como el abogado Salim Zaidán, quien recordó que se trata de un asunto personal y su colega Arturo Moscoso, quien destacó que así que se ha producido el enlace, es posible que tenga lugar una separación. En el mismo sentido se pronunciaron Mariana Andrade del cine Ocho y Medio y Diana Maldonado, activista de Guayaquil.
Pamela Troya ha continuado en su activismo por los derechos de las mujeres, y, en especial, en la defensa del aborto en casos de violación, que no fue aprobado en la Asamblea Nacional por la negativa de bloques como la mitad de la Alianza PAÍS de Lenin Moreno, casi todo Pachakutik, la mayor parte de CREO y la mitad del PSC.