La Policía Nacional de Ecuador rescató a una menor de entre 14 y 15 años que se encontraba retenida y había sido presuntamente obligada a prostituirse en la provincia de Los Ríos, según informó este viernes 1 de febrero del 2019 la institución.
En un operativo denominado «Libertad IV», efectivos de la policía especializados en menores y trata de personas aprehendieron a un ciudadano ecuatoriano identificado como José L., de 21 años.
La acción policial se produjo después de una investigación tras conocerse que la presunta víctima, una adolescente de nacionalidad ecuatoriana, era obligada a realizar actos sexuales mediante «engaños, falsas promesas y fuerza de coacción», precisó un comunicado de la Policía Nacional de Ecuador.
«Valiéndose de la vulneración de la víctima, era obligada a realizar actos de naturaleza sexual, bajo la modalidad «prepago» ya que estos servicios eran promocionados mediante redes sociales y en páginas de internet», indicó la nota.
De acuerdo al mismo, la captación de la víctima habría ocurrido hace un año en la ciudad de Manta, provincia costera de Manabí, desde donde había sido trasladada al cantón Quevedo en la provincia central de Los Ríos y tratada con fines de explotación sexual.
En el operativo intervinieron efectivos de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) y de la Unidad Contra el Delito de Trata de Personas y Tráfico de Migrantes (UCDTPTM).
Los investigadores lograron identificar el modus operandi del sospechoso así como su ubicación y procedieron a arrestarlo.
La Policía adjuntó un vídeo en el que se puede apreciar el momento de la aprehensión del joven detenido, al que se le leen sus derechos y se le informa de que fue hallado cometiendo un acto de flagrancia contra una menor.
Entre las pruebas que encontró la Policía en este caso figuran dos teléfonos celulares.
El comunicado concluye asegurando que la «Policía Nacional, a través de Dinapen y su Unidad contra el Delito de Trata de Personas y Tráfico de Migrantes, lucha permanentemente contra este mal, para asegurar la protección de los derechos, la integridad de niños, niñas y adolescentes». (El Comercio)