La Policía Nacional presentó 350 armas de fuego en Guayaquil, que posteriormente serán destruidas, las cuales pertenecían a empresas de seguridad y tienen caducados los permisos de tenencia y ya no serán renovados.
Entre el armamento exhibido constan, principalmente, revólveres. Lo que se busca con esta acción es “evitar que caigan en manos de la delincuencia”, explicó el general Ramiro Ortega, comandante de policía de la zona 8.
Las armas fueron entregadas por cinco empresas de seguridad, en el marco de un acuerdo ministerial expedido en diciembre del 2017, que impide la utilización de armas artesanales, ya que no cuentan con un número de lote, lo que dificulta la labor policial, indicó el teniente Jefferson Cazorla, jefe zonal del departamento de Control y Supervisión de organizaciones de seguridad privada.
El armamento será entregado al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, institución que deberá realizar la incineración del mismo.