En la morgue de Babahoyo aún permanece el cuerpo sin vida de un guardia de seguridad, que fue asesinado al interior de una vivienda en la hacienda Cimarrón del cantón Puebloviejo, Los Ríos. El crimen se habría ejecutado la noche del sábado 19 de noviembre, pero la policía realizó el levantamiento del cuerpo cerca del mediodía del domingo 20, cuando fueron notificados por el administrador del predio.
Según la información recabada por los gendarmes, se trataría de un ataque por problemas de territorios entre bandas. Sin embargo, lo que llamó la atención de los uniformados fue que pese a ser guardián del predio, nadie proporcionó su identificación.
Los agentes señalaron que después de hacer las averiguaciones del caso, los lugareños mencionaron que la noche del ataque llegaron alrededor de 15 personas con pasamontañas, chalecos y fuertemente armados. Ellos les habían dicho que no salieran de los cuartos porque los mataban.
En eso se produjo un cruce de bala entre el guardia y los antisociales, ocasionando su deceso. El difunto quedó sobre la cama con dos disparos en su humanidad.
Los testigos añadieron que luego del crimen, los sospechosos se llevaron las armas y todo lo que había en el interior del cuarto del difunto.
Movidos por el miedo el resto del personal decidió no salir de sus habitaciones hasta la mañana del domingo. Ahí llamaron al administrador, quien a su vez dio aviso a la Policía Nacional. Como la hacienda se encuentra en una zona apartada, los gendarmes tardaron en llegar hasta que finalmente se realizó el levantamiento del cuerpo que fue llevado a la morgue de Babahoyo.
Ahí permanece sin ser aún identificado, pero se tramita su traslado al centro forense de la ciudad de Guayaquil. La víctima tiene un tatuaje con las letras V y L en cursivas
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