La Fiscalía General del Estado dio detalles de cómo operaba el policía en servicio activo que fue detenido en Manabí por reclutar a menores de edad para formarlos como sicarios.
El cabo primero identificado como Wellington A. fue detenido el 11 de diciembre en el cantón Jipijapa como parte del operativo ‘Embestida’.
Compañeros de la institución ingresaron a la vivienda y lo neutralizaron en el piso como parte del procedimiento y detención.
Como parte de las pruebas decomisaron dos teléfonos celulares, prendas de vestir de uso policial, cámaras de grabación y dispositivos de almacenamiento de datos, añadió el Ministerio Público.
Amenazas, extorsión y engaños
El juez de la causa ordenó la prisión preventiva del implicado, «quien sería parte de un grupo de delincuencia organizada que opera en la provincia» de Manabí.
En la audiencia de formulación de cargos, la Fiscalía explicó que tras dos meses de investigaciones «identificó a una persona que estaría reclutando -bajo amenazas, extorsión y engaños- a jóvenes de varios cantones de la provincia de Manabí».
Ese reclutamiento tenía como objetivo entrenar a los menores «en uso de armas, con el fin de que se conviertan en sicarios y cometan otros delitos».
El juez de la causa, en la audiencia de formulación de cargos, estableció un periodo de instrucción fiscal de 90 días, tras precisar que el delito de trata de personas está penado en Ecuador con hasta 16 años de prisión.
Detención en medio de la intensa violencia
Este caso se dio en un momento en que las fuerzas de seguridad del Estado han sido desplazadas en varias regiones para intentar atajar el auge de la delincuencia y el crimen, que afecta al país desde hace unos cuatro años.
La extrema violencia en calles y cárceles del país ha sido atribuida por las autoridades a las bandas de delincuencia organizada, muchas de ellas relacionadas con mafias del narcotráfico internacional.