El crimen de Anahí Aules ha dejado atónitos a los habitantes de Tabacundo, capital del cantón Pedro Moncayo. La brutalidad con la que actuó su asesino revela el nivel de violencia al que estuvo expuesta la joven, quien desapareció el pasado 12 de mayo.
Su cuerpo fue hallado tras nueve días de búsqueda, en el interior de un bosque. Galo Muñoz, director de la Dinased de Quito, dio detalles del caso, que tuvo un trágico final. El oficial indicó que la unidad investigativa conoció de la desaparición el 13 de mayo.
“Uno de sus familiares puso la denuncia en Pedro Moncayo. Una vez receptada, comenzó la atención desde Fiscalía y se recabó información”, precisó el oficial. Los investigadores supieron que Anahí salió de su domicilio para reunirse con su expareja, Jefferson González, de 24 años.
“Se iba a reunir con él en el parque central de Tabacundo”, señaló Muñoz. Anahí y Jefferson estuvieron en ese lugar hasta las 15:50. Luego, ambos abordaron el camión del sospechoso y se alejaron del sitio.
El oficial indicó que la joven ya conocía el mal comportamiento de su ex, por lo que le envió un mensaje en tiempo real a su mejor amigo para alertarlo sobre su ubicación. Con el paso de las horas, la familia y sus allegados perdieron todo contacto con ella.
La confesión del crimen de Anahí Aules
Desde el momento en que se presentó la denuncia, la búsqueda para dar con la joven se intensificó. La familia, desesperada, pedía ayuda a través de redes sociales y medios de comunicación para localizarla.
Mientras tanto, los investigadores lograron ubicar a Jefferson en su domicilio. Con autorización judicial, allanaron el inmueble para detenerlo como principal sospechoso. La Fiscalía abrió un proceso por desaparición involuntaria y le formuló cargos el 19 de mayo.
Según el director de la Dinased, Jefferson aceptó que mató a la joven. “Nos dijo que había arrojado el cadáver al río Pisque, sin embargo, fue una información falsa”.
Los datos recabados por los agentes determinaron que la víctima fue llevada hasta un punto conocido como San José Chico, en las afueras de Tabacundo. Un grupo de búsqueda, conformado por equipo especializado y familiares, llegó hasta ese sitio el 21 de mayo.
El rastreo dio resultado al localizar el cuerpo de Anahí Aules. Muñoz precisó que el cadáver estaba maniatado con un cordón y quemado. “Se encontró también un cordón alrededor del cuello. La causa de muerte fue asfixia por estrangulación”.
Las pericias psicológicas en el caso de Anahí Aules
El cuerpo fue trasladado a la morgue de Quito. Este 22 de mayo, los familiares hacían los preparativos para velarla en una funeraria de Tabacundo.
Anahí Aules se dedicaba a la danza. “Era una joven muy buena. Es muy injusto que hayan acabado con su vida así”, atinó a decir una vecina, indignada por este atroz crimen que rompió la tranquilidad de Tabacundo.
Se realizará una perfilación criminal para determinar la motivación de este caso, por el que se pedirá una reformulación de cargos para el delito de femicidio. El oficial Muñoz indicó que van a llevar a cabo un peritaje, el cual consiste en una indagación psicológica al procesado. Aseguró que cuentan con elementos que vinculan directamente a Jefferson con el crimen de Anahí.