Augusto Barrera no solo decidió dimitir a la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) sino también se aleja del movimiento del cual fue uno de sus fundadores.
En entrevista con Radio Majestad, Barrera confirmó que también procedió a desafiliarse del movimiento Alianza PAIS (AP).
“El jueves he presentado mi desafiliación, era adherente y fundador de PAIS y he dejado el movimiento porque no quiero que exista este tipo de dudas de cómo actúo yo. Me parece que se debe hacer un esfuerzo, no solamente formal en relación al tema de país, no es que se van unos dirigentes y ponemos otros. Hay que restablecer y reconstruir la base sobre la cual se funda un nuevo sujeto político”, anunció el político.
El exfuncionario tuvo una movida agenda de medios este lunes 13 de agosto para explicar los motivos de sus separaciones.
Sobre su salida del Gobierno, manifestó que está «de acuerdo con la necesidad de optimizar cada dólar; pero no estoy de acuerdo con anuncios indiscriminados que generen situaciones de afectación a los servicios».
Así se refería al debate interno que actualmente hay en Carondelet sobre la posibilidad de optimizar o eliminar ciertos subsidios, sobre todo a los combustibles.
«Lo que no puede ser es que el programa económico responda a una lógica que fracasó en el pasado. Las cargas deben distribuirse equitativamente en la sociedad», agregó Barrera.
Mientras que sobre su desmarque con AP reflexionó que «hay que hacer un esfuerzo de recomposición progresista; hay que reconstruir, hay que recuperar las tesis y las banderas de la igualdad, de la justicia, de la plurinacionalidad, de las demandas ambientales».
Además emplazó a que el gobierno de Lenín Moreno reconstruya «el campo de izquierda y centroizquierda». «El Gobierno no puede construir sus cimientos en la derecha», afirmó.
El consejero de Gobierno, Santiago Cuesta, en entrevista con el portal La Posta, aseguró que la salida de Barrea «permite tener menos confrontación en el gabinete. Augusto no entendió que la chequera del Estado se agotó”. (El Telégrafo)