Michelle Bachelet fue confirmada este sábado por la ONU como su nueva responsable para los Derechos Humanos, con un aval por parte de los Gobiernos, que valoran su experiencia internacional y su trabajo en favor de la mujer.
«Cumpliré con toda mi fuerza, con toda mi energía y mis convicciones con esa gran tarea, que lo que busca es darle dignidad y bienestar a todas las personas», aseguró la expresidenta chilena, en su primera reacción.
El nombramiento de Bachelet fue respaldado por aclamación este viernes por la Asamblea General, el órgano en el que se sientan los 193 Estados miembros, tras una propuesta del jefe de la organización, António Guterres.
«Michelle Bachelet nos trae una experiencia única a Naciones Unidas y a todos nosotros y está firmemente comprometida a mantener los derechos humanos al frente del trabajo de la ONU», aseguró Guterres tras la decisión de la Asamblea.
El portugués, socialista como la expresidenta chilena, destacó su trayectoria, tanto en Chile como durante su paso previo por Naciones Unidas.
«En casa, ha conocido las alturas y las profundidades: como primera mujer en servir como presidenta del país, pero también como superviviente de la brutalidad de las autoridades que la atacaron a ella y a su familia hace muchas décadas», recordó.
Además, Guterres destacó que Bachelet «fue también una pionera en Naciones Unidas», dando a ONU Mujeres un arranque «dinámico e inspirador» como su primera directora ejecutiva.
«Ahora, asume un papel para el que se adapta perfectamente. En este año en el que celebramos el 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, no puedo pensar en una opción mejor», subrayó.
Bienvenida
Bachelet recibió también una bienvenida calurosa por parte de los Gobiernos, que ven en ella a una figura preparada y con un sólido historial en materia de derechos humanos y en la lucha por la igualdad de género.
Así lo destacaron, uno tras otro, los distintos grupos regionales y varios países a título individual en sus intervenciones en la Asamblea General.
La excepción la puso Estados Unidos, que tomó la palabra para urgir a Bachelet a levantar la voz ante los abusos que, a juicio de Washington, se dan en países como Venezuela, Cuba o Irán.
Ese mensaje provocó la reacción de las delegaciones cubana y venezolana, que urgieron a EE.UU. a dejar de «dar lecciones» y de instrumentalizar los derechos humanos, recordando al país norteamericano sus propias violaciones recurrentes de las normas internacionales.
Bachelet asumirá su nuevo cargo el próximo 1 de septiembre, en sustitución del jordano Zeid Ra’ad al Hussein, que hoy se mostró «encantado» con su sucesora.
«Bachelet reúne todas las condiciones -valor, perseverancia, pasión y un profundo compromiso con los derechos humanos- para tener éxito como alta comisionada», dijo en un comunicado.
La expresidenta chilena afirmó en un vídeo difundido en Twitter sentirse «muy honrada» y en el que agradeció todos los mensajes de apoyo recibidos en los últimos días.
Bachelet tiene por delante un mandato de cuatro años y se convertirá en la séptima persona en ejercer el cargo, desde su creación en 1993.
Antes de Zeid, lideraron la Oficina del Alto Comisionado José Ayala-Lasso (1994-97); Mary Robinson (1997-2002); Sergio Vieira de Mello (2002-03); Louise Arbour (2004-08); y Navi Pillay (2008-14).