Bebita de 7 años murió con de un balazo en la cabeza

Alguien ocasionó que en la casa de la pequeña Diana (identidad protegida) falte hoy su chispa de alegría. Ella murió de una manera trágica: le pegaron un tiro en la cabeza.

Ahora no están por ahí tirados sus juguetes en el balcón, sus ‘hijos’ imaginarios ‘Isaías’, ‘Anna’ y ‘Génesis’, los muñecos con los que jugaba a ser mamá.

Diana falleció el pasado domingo de un disparo en el cráneo que le propinaron misteriosamente mientras jugaba en su vivienda, en un sector rural de la parroquia Pancho Negro, del cantón La Troncal, en la provincia del Cañar.

El día del suceso, la pequeña, de 7 años, había invitado a una prima y una amiga para festejar el cumpleaños de sus ‘hijos’, a quienes había colocado en una esquina del balcón, en la planta alta del domicilio de sus abuelos maternos.

La vivienda es de construcción mixta, de madera y de caña guadúa. Es por eso que la mamá tenía cuidado de que algún objeto no se le cayera.

De repente, mientras continuaba con la ‘celebración’, extendió sus manos, se cayó y golpeó su cabeza contra la pared que da junto a una ventana.

Empezó a perder mucha sangre, tanta que cuatro horas después aún se notaban manchas en las tablas del piso.

El hecho se suscitó a 24 kilómetros de la cabecera cantonal, en su zona donde no existen los taxis. Sin embargo, un pariente de la víctima se apresuró y llegó con una camioneta para trasladarla al hospital local.

Después de los primeros chequeos, la incertidumbre aumentó en los parientes pues los médicos informaron que la herida de Diana no había sido producto de un golpe, sino del impacto de una bala. Esa noticia aumentó la consternación de los allegados.

La niña fue trasladada de urgencia al hospital Francisco de Icaza Bustamante, de Guayaquil, a más de dos horas de su pueblo natal. Atrás quedaron sus juguetes, sus aves, sus peces, su perro… y su vida, pues murió a pesar de los intentos que hicieron los galenos por salvarla.

El disparo que recibió fue letal. El proyectil ingresó por la parte superior izquierda del cráneo y se alojó sobre una muela, en el maxilar. “¿Cómo llegó esa bala hasta ahí?”, se cuestiona la mamá.

Alrededor del sitio del suceso solo hay vegetación y en la parte de al frente, la mayoría de los pobladores son familiares. “Nadie vio ni escuchó nada. Todo es un misterio”, comentó la señora.

El día del suceso, en la planta baja estaban los abuelos de Diana. Tampoco notaron algo fuera de lo común, afirmaron. En el techo de la casa no hay orificios y lo que confunde aún más a los parientes es que el tiro “no fue lejano”, según informaron los forenses a la madre.

No obstante, tampoco tienen la certeza de la distancia real, los parientes deben esperar los avances de las investigaciones para que se esclarezca el hecho. “No queremos que sea un caso más, esperamos justicia”, manifiesta la madre.

“Ella era una niña muy madura. Le gustaba orar, cuando se levantaba, antes de dormir y en la iglesia. Lo hacía en voz alta. Era muy apegada a las cosas de Dios”, rememora la abuela, quien además enfatizó que a pesar de ser una niña pequeña de edad, era alta, porque medía cerca de 1,50 metros de altura, como lo ratificó su madre.

La niña fue sepultada en el cementerio de su parroquia, diagonal a la escuela donde este año cursaría el tercer año de educación básica.

Se busca trayectoria del proyectil

A Diana le realizaron una necropsia en el Laboratorio de Criminalística del Puerto Principal. En ese examen se confirmó que la causa de su muerte fue el disparo que recibió en el cráneo.

Sin embargo, no es lo único que analizarían los peritos, pues los familiares esperan que esté listo un informe que podría establecer la trayectoria que tuvo el proyectil, para que los investigadores determinen posibles lugares desde los que se pudo haber hecho el disparo.

En el sitio hay misterio, pues aunque es un lugar pequeño, supuestamente nadie tiene claro lo ocurrido.

Por ahora, los avances del caso se mantienen en reserva, dentro de una investigación previa iniciada en la Fiscalía Especializada en Personas y Garantías del cantón La Troncal. (Extra)

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