En la casa barrial de San Blas se reúnen alrededor de 20 personas para construir los hogares de los peluditos que pasan frío en las noches sin un hogar.
Juan Carlos Rojas, integrante de la iniciativa y presidente del barrio, cuenta que vecinos de otros sectores también están colaborando.
Este es el quinto período electoral en el que el grupo trabaja en la elaboración de las casas. Solo en el primer fin de semana de labores se entregaron 38 estructuras.
Tatiana Tipantuña es otra de las voluntarias que se dedica a pintar las lonas. “Con los colores y los detalles los niños se emocionan”, detalla.
Aunque es así, muchas personas no están de acuerdo con el proyecto y varias casas ya han sido vandalizadas. Rojas cuenta que un par fueron quemadas y destruidas en el norte de Quito.
Otras ya fueron entregadas a comunidades fuera de la capital. “La idea sería que más personas se unan en otros barrios”, exhorta Rojas.
Lo que lamenta es que durante la campaña electoral algunos candidatos les ofrecieron entregar las lonas al terminar esa etapa, pero ninguno cumplió y ahora son los jóvenes los que se organizan para retirar la publicidad del espacio público. Esto pese a que antes del feriado de Carnaval vence el plazo para que los movimientos políticos retiren los elementos.
El tiempo que tardan en elaborar cada casa es de dos horas. Entre los materiales que usan también están los retazos de madera y botellas recicladas.
Lo que les falta para continuar con su misión son tachuelas. Prefieren no ocupar clavos que puedan lastimar a los animales.