La canciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa, prometió hoy que si es elegida presidenta de la Asamblea General de la ONU escuchará a todos los países y trabajará para construir consensos y ofrecer resultados a los ciudadanos.
Espinosa defendió ante los Estados miembros su candidatura a la presidencia de la Asamblea, por la que competirá con la embajadora hondureña ante Naciones Unidas, Mary Elizabeth Flores, en las elecciones del próximo 5 de junio.
La titular ecuatoriana de Exteriores reivindicó en su presentación su experiencia diplomática, su conocimiento de la ONU tras su paso como embajadora y su compromiso con los principios de la organización.
De resultar elegida, Espinosa apostará por una presidencia «de puertas abiertas» para todos los países y grupos regionales, aseguró.
«Mi papel será animar al diálogo y facilitar la construcción de consensos, escuchando a todos», recalcó.
Entre otras cosas, Espinosa destacó su voluntad de continuar con la modernización de la Asamblea General y facilitar reformas en todo el sistema de Naciones Unidas.
Como prioridades, apuntó numerosos asuntos, incluida la adopción del Pacto Global sobre Migración que está negociándose actualmente, la promoción de acciones para que los ciudadanos dispongan de un trabajo decente e iniciativas para proteger los derechos de las personas con discapacidad.
También señaló la importancia de seguir avanzando en las políticas de desarrollo, de igualdad de género o de dar respuestas más ambiciosas al problema del cambio climático.
Espinosa, que habló en español, inglés y francés, dijo que la Asamblea General debe prestar mucha atención a los conflictos armados, pero también a otros «flagelos» como el narcotráfico, el terrorismo y el crimen organizado.
En ese sentido, destacó la «situación dolorosa que está sufriendo» su país en su frontera norte.
La candidatura de Espinosa, presentada el pasado mes de febrero, abrió una disputa diplomática entre Ecuador y Honduras, que defiende que existía un acuerdo para respaldar su aspiración de presidir por primera vez la Asamblea General y que Quito lo ha roto.
La presidencia de la Asamblea General de la ONU corresponde cada año, por turno, a una región determinada y en esta ocasión recaerá -a partir del próximo septiembre cuando se inicie el nuevo período de sesiones- en América Latina y el Caribe. EFE