Tras dos años en el cargo, José Valencia Amores, diplomático de carrera, renunció esta tarde al Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, durante una rueda de prensa virtual, transmitida por la plataforma Zoom.
El presidente Lenín Moreno aceptó la renuncia, pero aún no ha designado su reemplazo para quien sería el tercer canciller en este período de Gobierno.
Valencia anunció que volverá a una representación diplomática en el exterior, aunque aún no dijo dónde. Descartó que exista una conexión entre su renuncia y la renuncia del vicepresidente Otto Sonnenhonzler, al ser consultado sobre una posible crisis de gabinete.
El último evento público al que asistió Valencia como canciller fue a la entrega oficial de la donación de cincuenta respiradores por parte de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), en el Palacio de Carondelet y en el que estuvieron presentes el mandatario Lenín Moreno; el embajador de Estados Unidos, Michael Fitzpatrick; el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos.
Posteriormente, se realizó una reunión privada en la que también estuvieron representantes de varias agencias de las Naciones Unidas, para tratar sobre la situación que se presentará una vez que se supere la pandemia del COVID-19.
El canciller es el segundo integrante del gabinete del gobierno de Lenín Moreno que renuncia a día seguido a su cargo. Ayer, Gustavo Isch renunció a la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia.
Gestión
Valencia es el segundo canciller en el período de Gobierno 2017 – 2021, fue designado canciller por el presidente Moreno en junio del 2018, tras la renuncia de María Fernanda Espinosa por su designación para presidir la Asamblea General de las Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Durante su gestión, Valencia redireccionó la política exterior del país. Se enfocó en fortalecer las relaciones con Estados Unidos y el regreso de USAID, la creación de PROSUR, la salida de Julián Assange de la Embajada en Londres, el rechazo al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, la gestión de la crisis migratoria venezolana y la reapertura de la Academia Diplomática.
Al mismo tiempo, en su período se produjo la salida de Ecuador de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), organismo creado por los presidentes enmarcados en la corriente del Socialismo del Siglo XXI.
Valencia también buscó el ingreso de Ecuador a la Alianza del Pacífico y la exención de la visa Schengen para los ecuatorianos en Europa, ninguno de los dos objetivos se lograron.
El canciller saliente defendió la designación de la cuota política en el servicio exterior como algo que establecía la Ley de Servicio Exterior y como una potestad exclusiva del presidente de la República. Hasta mayo, más de 70 funcionarios en el servicio exterior son parte de la cuota política del gobierno de Moreno.
Durante la emergencia por la pandemia COVID-19, el Ministerio de Relaciones Exteriores coordinó con las representaciones diplomáticas de Ecuador en el mundo el regreso de miles de ecuatorianos que se encontraban fuera por turismo, estudios y otras razones.
El hasta hoy canciller se va en medio de la disposición del presidente Moreno de reducir el gasto en el servicio exterior: regreso de diez embajadores (hasta ahora, Moreno ha terminado las funciones de ocho), 70 funcionarios del servicio exterior (el regreso de todos se daría hasta agosto, según Valencia) y la terminación de 75 contratos en el exterior.
Además, Moreno dispuso el cierre de cinco representaciones diplomáticas: las embajadas de Malasia, Irán y Nicaragua y las representaciones ante la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) y la Secretaría del Parlamento Andino.