El equipo Movistar Team está siendo el principal protagonista en esta segunda semana del Tour. Aprovechando las piernas de sus dos capos, Richard Carapaz y Mikel Landa, ha realiazdo un juego de estrategia en estas tres etapas de alta montaña que ha puesto patas arriba el Giro.
Se afrontaba hoy una etapa de ciclismo moderno, días que demuestran que no es necesario meterle 200 kilómetros en las piernas a los ciclistas para dar espectáculo. Cinco puertos de montaña, 131 kilómetros entre Saint Vicent y Courmayeur, y un puertazo de primera categoría, San Carlo, que se coronaba a 25 kilómetros de meta.
Se formó una fuga sin peligro que el pelotón siempre tuvo controlada. Yates quiso mover el árbol desde el principio, pero todos lo grandes capos se mostraron con fuerzas y muy atentos. Se fueron sobrepasando las dificultades del día, con nervios y sin movimiento, hasta que se llegó al gran puerto de la jornada.
La subida a San Carlo, un coloso de 10,5 kilómetros, con una pendiente media de 9,8 % con rampas de hasta el 15%. Allí llegaron todos los grandes juntos, con Jan Polac, hasta hoy líder de la carrera, quedándose a las primeras de cambio. El primero en probarlo fue Nibali, luego Superman López. Estos ataques dejaron a nombres como Mollema o Zakarin y se formó un grupo con Nibali, Superman, Roglic, Landa y Carapaz. Cuando quedaba poco más que un kilómetro para coronar el ecuatoriano lanzó un portentoso ataque que sería definitivo.
Se marchó en solitario y se lanzó en el descenso, las diferencias iban subiendo poco a poco, hubo un intento por parte de Nibali para atraparlo en el descenso, pero un gran Mikel Landa secó al italiano. Roglic pagó su actuación de ayer y nadie quiso echarle una mano, lógico por otra parte. Una cota de tercera categoría decidiría el liderato. Llegaba al grupo de los mejores Yates, prueba de que el ritmo delante no era suficiente, y al comienzo del puerto incluso se fue en pos de la segunda plaza de la etapa.
Con 34 segundos coronó Carapaz San Carlo y necesitaba 1:47 para vestirse de rosa. Movistar había jugados sus cartas a la perfección, aprovechando el marcaje de Roglic y Nibali, y las piernas del ecuatoriano hicieron el resto en Courmayeur. Triunfo de etapa y los segundos fueron pasando, la bonificación jugaba a favor del equipo español, y finalmente la noticia saltaba. Carapaz y Movistar pasaron a la acción y se enfundaban el rosa. Todavía queda mucho, pero hoy el equipo español nos ha hecho soñar.