Algunos establecimientos como San Marino, Plaza Batán y Mall del Sol colocaron dispositivos amigables con el entorno.
Desde hace 2 meses, Michelle Espinoza conduce su nuevo coche eléctrico. A su criterio, los cargadores eléctricos en los centros comerciales beneficia al usuario, ya que dispone un sitio de carga mientras realiza sus actividades y fomenta la preservación del ecosistema.
En Guayaquil, la estación de carga o electrolineras se instalaron en los parqueaderos de San Marino y Mall de Sol. En la vía a Samborondón, 4 dispositivos de uso gratuito también se colocaron en Plaza Batán, situado en el kilómetro 9,5 de la avenida principal.
Con la certificación internacional Leed, Plaza Batán es el primer centro comercial calificado por enfocarse a la sostenibilidad y a mejores prácticas ambientales. Es así que cuenta con más de 580 plantas nativas para preservar la flora: hierba luisa, orégano, banano, muyuyo y otras especies. También utiliza agua recuperada y ahorra su consumo con urinarios secos.
Según Paola Delgado, administradora del establecimiento, en más de 4 locales dotaron de energía natural a través de un domo en el techo, que canaliza la luz hacia abajo por un sistema reflectante. Como ventajas, los rayos del sol se aprovechan sin entrada de calor y se eliminan las radiaciones UV.
Otro centro comercial encaminado a la sostenibilidad es San Marino, con el punto de electrolinera en el subsuelo del estacionamiento. En el sitio, 5 vehículos se acercan a cargar diariamente, según César Orquera, coordinador de marketing.
Desde hace 5 años, el reciclaje de cartón es un proyecto ecológico ejecutado por el establecimiento. La recolección del material lo realiza un gestor certificado, quien se encarga de retirar de 2 a 3 veces por semana. Esta acción logra beneficiar a varias organizaciones.
Al cambio se unieron algunos locales, que sustituyeron la funda plástica por una reutilizable de tela. En el caso de los restaurantes, ahora el sorbete ecológico se elabora con la pepa de aguacate. (D´Una)