“Los sueños no están hechos sólo para verlos reflejados como en un espejo, los sueños se hicieron para cumplirse”, explica Richard Carapaz. Y en su caso tiene toda la razón. El sueño de ese niño ecuatoriano de Carchi, en la frontera con Colombia, a casi 3.000 metros de altitud, se hizo realidad al proclamarse ganador de un Giro de Italia en el que primero supo ser paciente, luego atrevido y finalmente un ciclista indestructible ante todos los ataques de sus rivales. Richard Carapaz ya es uno de los más grandes deportistas de la historia de Ecuador, un país que en el pasado apenas podía contar con la victoria de Andrés Gómez sobre Andre Agassi en la final de Roland Garros (1990) o el oro olímpico en 20km marcha de Jefferson Pérez en Atlanta (1996).
“El campo te enseña a ser fuerte y a ser disciplinado”, explica la madre de Richard en un emotivo reportaje realizado por el Movistar Team. Y recuerda los orígenes del hoy conocido como la locomotora de Carchi, con sus padres trabajando en el campo (“mi madre se cuidaba de las vacas”) y cómo tuvo una primera bicicleta que le robaron. Entonces el padre, que también negociaba con chatarra para vender, le compuso otra. Y Richard, todo sencillez, explica: “Mis amigos, todos tenían bicicletas con ruedas, y yo una sin ruedas” (sin neumáticos).
Cuando el deporte le abrió una ventana, Carapaz encontró su futuro. Con mucho sacrificio y con total dedicación. Y cuando vio que por ahí, por el ciclismo, podía volar, no dudó un instante: “Me dije, voy a darle hasta que se desgaste el pavimento”. Con esta voluntad y la convicción de hacer realidad su sueño debutó en el Giro en 2018 y acabó cuarto y ganó una etapa. Ahora ha rematado la faena, con dos etapas más y la victoria absoluta por delante de los que salían como favoritos, los Dumoulin, Yates, Roglic, Nibali…
En su juventud, con ocasión de una grave enfermedad de su madre, fue el mismo Richard quien tuvo que cuidarse de las vacas. “La leche era el sustento principal de la familia”, ha explicado. “Las cuidaba, les daba de comer y las muñía. Por fortuna mamá se recuperó por completo”.
En Ecuador su victoria se ha seguido en estado de éxtasis. La televisión nacional consiguió los derechos de retransmisión de las dos últimas etapas y el presidente en persona, Lenín Moreno, lo anunció con orgullo en Twitter, provocando concentraciones de ecuatorianos en las plazas principales de las grandes capitales. Hacia Italia, para acompañar a Richie, viajaron este fin de semana su mujer, Tania, y sus dos hijos, Aimy Sofía (2 años) y Richard Santiago (5). La pequeña, acompañada de una maleta rosa con la inscripción “Papá es mi héroe”. Y también se desplazaron los padres de Carapaz, Antonio y Ana Luisa. Un año atrás, cuando Tania quiso acompañar a Richard en el final del Giro, no pudo salir de Ecuador por problemas de visado. En esta ocasión todo han sido facilidades, por lo visto.
“Mi país se paraliza para ver las etapas”, ha comentado Carapaz. En Ecuador, siete horas menos que en Italia, las etapas finalizaban sobre las diez y media de la mañana. Además, han triunfado dos modelos de maglia rosa “como la de Carapaz”, vendidas a centenares. Existe la versión más fiel con la real (a 35 dólares la pieza) y una más sencilla, por 15 dólares. La moneda oficial ecuatoriana es el dólar estadounidense, desde que sustituyó al sucre a principios del 2000. (La Vanguardia)