Las autoridades locales hallaron el lunes 11 de febrero a cinco personas muertas en un rancho en el Condado de Polk, al norte de la ciudad de Houston (Texas, EE.UU.).
La Oficina del Sheriff del Condado de Polk, citada por el diario local Houston Chronicle, explicó que sus agentes se desplazaron hasta el rancho la mañana del lunes tras recibir una llamada ciudadana por un posible delito. A su llegada, se encontraron a las cinco personas muertas, aparentemente por disparos de bala.
La Oficina del Sheriff y los Rangers de Texas están investigando el suceso, del que no se conocen más detalles.
En agosto del año pasado en ese mismo estado una empleada hispana de un almacén de alimentos protagonizó un tiroteo que acabó con la muerte de uno de los responsables del centro y la suya propia, además de otro empleado herido de gravedad.
La sospechosa, Kristine Peralez, acudió armada a su lugar de trabajo, en las afueras de Houston, durante el turno de noche cuando había una veintena de personas en el interior del edificio, entre ellas su marido, quien precisamente trató de ayudar a una de las víctimas.
Mientras que en Dallas, también Texas, en 2018 al menos cinco personas resultaron muertas, cuatro de ellas de la misma familia, y una más herida en un tiroteo registrado en una casa en la localidad de Ponder.
Las autoridades explicaron a los medios de comunicación que en un primer momento recibieron un aviso de robo en el domicilio del incidente y que en el camino ya fueron advertidos de que se habían escuchado sonidos de disparos.
Las tasas de homicidio y suicido con armas son sensiblemente más bajas en los estados de EE.UU. donde hay una regulación más estricta contra el acceso y uso de armas, según un estudio publicado por la revista especializada JAMA.
Las mayores regulaciones de los estados en cuanto al acceso y al uso de las armas de fuego están asociadas a tasas más bajas de suicidios con armas, indicó el informe.
En 2015, las armas de fuego causaron 36 252 muertes en Estados Unidos, de las que 22 018 (60,7 %) fueron suicidios y 12 979 (35,8%) homicidios.
Desde 1999 el ratio de suicidios por estas armas se ha incrementado del 5,96 por cada 100 000 habitantes al 6,48. (El Comercio)