El Colegio de Médicos de Manabí rechazó la aplicación de una supuesta inmunización contra el COVID-19 y que tendría como elementos un supuesto suero marino, algo que de acuerdo con el titular de este organismo en la provincia, Nelson Suárez, no tiene ningún respaldo científico.
“Nuestra posición es de total rechazo a este tipo de personas que abusan del estado de conmoción que existe actualmente en el país, son simples charlatanes que tratan de aprovecharse de la ingenuidad y de la desesperación de la gente”, declaró Suárez.
A través de redes sociales se conoció que el pasado domingo en Jaramijó se habrían aplicado a centenares de personas una inyección intravenosa, la cual habría sido proporcionada por personas que se identificaron como parte de la Asociación de Producción Industrial de Migrantes y Familiares de Tungurahua, según confirmó Hipatia Campos, quien dijo ser parte de esta organización.
Campos señaló que esta brigada no tuvo costo alguno a quienes participaron para la aplicación de esta sustancia líquida, un supuesto suero marino, que se lo introdujo bajo la razón social de la marca Esencia Marina, la cual está registrada solo para supuesto embotellamiento de agua. Campos reconoció que esta aplicación no tiene el aval del Ministerio de Salud Pública y también carecería de registro sanitario.
“Ahora que estamos en una pandemia en donde a las autoridades sanitarias del país se les ha ido de las manos la situación, entonces nosotros como ciudadanos responsables estamos haciendo algo para ayudar a que el proceso no sea tan letal, no estamos cobrando nada, estamos dando nuestro contingente de muchísimos años de trabajo y queremos servir”, declaró vía telefónica Campos.
Maximiliano Pinargote, integrante del COE de Jaramijó, dijo que dicha actividad no tuvo el respaldo ni del COE local y mucho menos del Municipio y que hasta el momento no hay denuncia sobre la aplicación de estas inyecciones, actividad que de acuerdo con él se realizó en las instalaciones del Cuerpo de Bomberos de esta localidad.
“No se tiene una cifra de cuántas personas recibieron esto, unos hablan de 300, otros de casi mil”, declaró Pinargote, quien dijo que en lo que va de abril, en Jaramijó han fallecido unas 40 personas.
Una situación similar se vivió en Guayaquil el mes pasado. Un centro de terapia muscular fue cerrado, pues ahí supuestamente se hacían tratamientos con ondas electromagnéticas para curar el COVID-19. (El Universo)