Más de 36 millones de colombianos están habilitados para ejercer el voto mañana domingo 27 de mayo, en unas elecciones presidenciales que, según la mayoría de encuestas, no serán concluyentes y habrá necesidad de una segunda vuelta el próximo 17 de junio en Colombia.
El líder de las encuestas con un 36,6 y el 41,3 % de intención de voto es Iván Duque, del partido uribista Centro Democrático, quien es respaldado por el expresidente Álvaro Uribe, mientras su compañera fórmula es la exembajadora de Colombia en Francia y líder del partido Conservador, Marta Lucía Ramírez.
Entre los planes de un eventual Gobierno de Duque, se encuentra la implementación de programas para la construcción, remodelación y ampliación del plazo para pago de viviendas y la promoción de acceso a una educación integral y mejor remuneración para los profesores.
En las encuestas le sigue Gustavo Petro, del movimiento Colombia Humana y Movimiento Progresista, exalcalde de Bogotá, con una intención de voto que oscila entre el 26,3 y el 32 %. Ha recibido apoyo del partido Verde y de líderes sociales. La representante a la Cámara por Alianza Verde, Ángela María Robledo, aspira a la Vicepresidencia.
Petro y Robledo ofrecen la posibilidad de reestructurar el modelo económico colombiano para enfrentar la crisis ambiental, dinamización de la economía a través del fortalecimiento de la agricultura y retiro de modelos económicos sustentados en la extracción de petróleo.
El politólogo colombiano, Medina Gallego, afirmó a Andes que la candidatura de Duque llegó a “su cúspide” en las encuestas, en términos de intención de votos, para finalmente estancarse.
Sobre este candidato, dijo que llevaría una ofensiva “muy fuerte” frente al Gobierno venezolano, además de impulsar las políticas norteamericanas en la región y con poca disposición a apoyar los Diálogos de Paz entre el Ejército de Liberación Nacional con el Gobierno colombiano que reiniciaron recientemente en La Habana.
Por otro lado, Petro “es la única candidatura que plantea una agenda programática de transformaciones democráticas en términos de las necesidad y urgencias del país, unido a un particular carisma que tiene Petro”, señaló Gallego desde Bogotá.
En el caso de este aspirante, Petro la tendría “difícil” por el 75 % del Congreso colombiano en contra, aunque establece con claridad un “Gobierno para todos e incluyente”, que podría lograr un cambio en la correlación de fuerzas en el Legislativo y también relacionarse de la mejor forma con el sector empresarial, las Fuerzas Armadas y los Estados Unidos (EE.UU) para favorecer las inversiones en su país.
En esta convocatoria electoral, también participan Humberto de La Calle con el Partido Liberal; Sergio Fajardo con el movimiento Compromiso Ciudadano, y el exvicepresidente por el Movimiento Mejor, Germán Vargas Lleras.
Gallego, catedrático en la Universidad Nacional de Colombia, indicó a esta agencia de noticias que Fajardo es importante por su programa dirigido a la educación y buenas prácticas de administración. Por otro lado, opinó que De la Calle ha estado “muy mal acompañado por su partido y el Gobierno, que me parecía un excelente candidato, que hubo haber despuntado”.
En el último mes y medio, las exaspirantes presidenciales del país neogranadino Piedad Córdova y Viviane Morales presentaron ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) sus respectivas renuncias formales tras denunciar en reiteradas ocasiones la invisibilización y exclusión de actividades electorales, pese a ser las únicas mujeres que participarían en la contienda electoral general.
“Yo creo que estas candidaturas con acompañamientos ciudadanos y sociales precarizados, con mujeres que han sido valientes en el desarrollo de la lucha política desde una perspectiva crítica, no han logrado calar todavía en la ciudadanía y población (…) tuvieron la necesidad de retirarse y distintas”, dijo el experto.
Gallegos resaltó que se realizó una persecución “brutal” a la candidata del partido Liberal Piedad Córdoba por parte de sectores recios de la política e institucionalidad colombiana.
Morales fue una candidata del sector de la iglesia con un “tipo de votación cautiva, en términos de las personas adscritas a las iglesias cristianas, que no constituyen una puerta vigorosa para llevarla a la Presidencia, es una lástima que se hayan tenido que retirar”, apuntó.
Por su parte, la exguerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, ahora convertida en el partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), suspendió su campaña electoral presidencial por el asesinato de varios de sus líderes.
“Me parece que las FARC ha sido víctima en gran medida de un proceso de eliminación de su cara política (…) un proceso deliberado de construcción criminal de las Farc, lo que motivó un rechazo de ellos como organización política”, indicó el docente colombiano José Antonio Figueroa, quien ejerce en la Universidad Central de Ecuador en Quito.
El catedrático afirmó que en el caso de una victoria de Duque, se enfrentaría a una situación “complicadísima”, ya que este plantea una profundización de un modelo neoliberal, con una intención deliberada de fortalecer los sectores de derecha colombianos y los nexos gubernamentales con EE.UU.
Sobre Petro, este candidato propone la transformación el carácter exportador comercial colombiano, racionalizar los impuestos y la consolidación del desarrollo productivo interno, aunque con los problemas de enfrentar fuerzas opositoras en el Congreso y presiones políticas de otros Gobiernos de la región.
Los candidatos participaron la noche de este jueves en un debate organizado por el diario El Tiempo y este viernes se verán las caras por última vez en este tipo de escenarios en el debate final, organizado por el reconocido medio Canal Caracol.
Con estas intervenciones, se espera que la ciudadanía tome su mejor decisión en las urnas a tempranas horas de este domingo. (Andes)