Gonzalo Homero Zambrano Jama fue sentenciado por el Tribunal de Garantías Penales de Esmeraldas –conformado por los jueces Washington Estupiñán, Walter Caicedo y Carlos Barrera– a 25 años de prisión por asesinato. Fiscalía lo procesó según el artículo 450, numerales 1, 4, 5 y 7, del Código Penal, subsumido en el actual artículo 140, numerales 2, 4 y 6, del Código Orgánico Integral Penal (COIP).
El 12 de marzo de 2012 Alejandro Jama fue a visitar a su hermano Jhonny en su finca. Pero, al llegar lo encontró muerto. Su cadáver yacía en el lugar, en estado de putrefacción.
Enseguida avisó a la Policía, que acudió al lugar (parroquia Majúa, isla San Juan) y encontraron dos cuerpos más en el mismo estado. Se trataba de María de Jesús Rodríguez (esposa de Jhonny), oriunda de El Carmen de Manabí, y Mauricio Jama, de 15 años (hijo de la pareja). Los asesinatos se cometieron con un arma corto punzante.
Las pericias establecieron que la mujer de 35 años –además– fue violada. Los uniformados inspeccionaron la zona y encontraron, a 1 kilómetro del sitio, una vivienda de madera donde estaban seis menores, también hijos de la pareja asesinada. Habían pasado tres días desde que se cometieron los crímenes.
Durante la audiencia de juicio, desarrollada el día lunes 28 de septiembre de 2020, Gorky Ortiz, titular de la Fiscalía Especializada Garantías y Personas No. 1 de Esmeraldas, presentó ante el Tribunal el testimonio del denunciante, Alejandro Jama, y de una de las hijas de la pareja, que presenció la muerte de su madre y de su hermano. Además, el testimonio de los agentes de Policía que efectuaron el levantamiento de los cadáveres, el del agente que suscribió el parte policial informativo y el del que realizó la inspección técnica ocular.
También el testimonio del médico legista que práctico la autopsia a los tres cadáveres y de la perito que efectuó la valoración a uno de los hijos menores de la pareja victimada, entre otros.
Las pruebas expuestas por Fiscalía demostraron que Gonzalo Homero Zambrano Jama participó en el hecho, por lo que fue declarado culpable de asesinato.
El Tribunal dispuso, además, el pago de 100.000 dólares como medida de reparación integral a la familia de las víctimas.