Conozca lo que la Policía Nacional hace con la droga que incauta en los operativos

El Ministerio de Gobierno reveló que entre desde el 2019 hasta el 12 de octubre de este año se han destruido alrededor de 250,7 toneladas de droga en el Ecuador.

El narcótico que ha sido incautado en diferentes ciudades del país es almacenado en bodegas de la Policía Antinarcóticos a escala nacional.  De ahí, las sustancias ilícitas deben ser trasladadas necesariamente a Quito para ser incineradas en una industria de gestión ambiental.

El último procedimiento se realizó el pasado 11 de octubre del 2021. Un juez dispuso la destrucción de 1,75 toneladas de clorhidrato de cocaína que fue aprehendido durante un operativo en MantaManabí.

Todo el proceso de destrucción de la droga es supervisado por un juez, un delegado de la Función Judicial, funcionarios de Fiscalía y personal de la Policía.

Para realizar este procedimiento es obligatorio contar con la autorización de un juez. Esas disposiciones se emiten a medidas de las investigaciones que apertura Fiscalía. Así lo establece el artículo 474 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

Los operadores industriales ponen los bloques de alcaloide en una pala metálica que automáticamente coloca la droga dentro del incinerador. Allí se quema a una temperatura de 922 grados centígrados .

Cada incineración tarda aproximadamente 30 minutos. Por ejemplo, una tonelada y media tarda aproximadamente cuatro horas, pues el cargamento debe quemarse por partes.

La ceniza que queda es desechada mediante un proceso de gestión ambiental. Según la Policía, al quemar la droga se inactivan todos los compuestos químicos del narcótico.

Este Diario estuvo presente en la destrucción de 1,75 toneladas de droga. A continuación, las imágenes y los detalles de cómo se ejecutó este proceso:

Personal especializado realiza una prueba química para comprobar que todo el cargamento que se destruirá es droga y también para verificar si es cocaína, heroína u otro tipo de sustancia. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Personal especializado realiza una prueba química para comprobar que todo el cargamento que se destruirá es droga y también para verificar si es cocaína, heroína u otro tipo de sustancia. Foto: EL COMERCIO
El cargamento de droga, que estaba almacenado en bodegas de la Policía Antidrogas, se carga en un camión hasta el lugar donde será destruido. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
El cargamento de droga, que estaba almacenado en bodegas de la Policía Antidrogas, se carga en un camión hasta el lugar donde será destruido. Foto: EL COMERCIO
La droga llega con resguardo policial hasta la empresa gestora ambiental. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
La droga llega con resguardo policial hasta la empresa gestora ambiental. Foto: EL COMERCIO
El narcótico se descarga del camión con la ayuda de un montacargas y se verifica su peso. Foto: EL COMERCIO
El narcótico se descarga del camión con la ayuda de un montacargas y se verifica su peso. Foto: EL COMERCIO
Para destruir la droga es necesario un incinerador industrial. Foto: EL COMERCIO
Para destruir la droga es necesario un incinerador industrial. Foto: EL COMERCIO
Todo el proceso de destrucción es vigilado por personal de la Policía.  Foto: EL COMERCIO
Todo el proceso de destrucción es vigilado por personal de la Policía. Foto: EL COMERCIO
Los operadores de esa empresa gestora ambiental colocan por partes los paquetes de droga dentro de un horno industrial.  Foto: EL COMERCIO
Los operadores de esa empresa gestora ambiental colocan por partes los paquetes de droga dentro de un horno industrial. Foto: EL COMERCIO
El cargamento de droga se destruye a una temperatura de 922 grados centígrados. Tras ese proceso solo quedan cenizas. Foto: EL COMERCIO
El cargamento de droga se destruye a una temperatura de 922 grados centígrados. Tras ese proceso solo quedan cenizas. Foto: EL COMERCIO

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