El ente de control tiene listos los resultados preliminares de su investigación a la contratación de la construcción de los hospitales de Bahía y Pedernales, y la ampliación de las casas de salud de Manta y Portoviejo.
La investigación de la Contraloría a la construcción y ampliación de cuatro hospitales en Manabí tiene sus primeros resultados. El borrador de examen se leyó el 21 de julio de 2020, y confirma las irregularidades en los contratos de los Hospitales de Bahía de Caráquez y Pedenales.
Pero también halló problemas en las obras hechas en las casas de salud de Manta y Portoviejo.
El Hospital de Pedernales, una obra hasta ahora paralizada, estuvo en el centro de la polémica tras la detención del entonces asambleísta Daniel Mendoza.
Este legislador y su exasesor cumplen prisión preventiva, procesados por delincuencia organizada por supuestamente haber retirado dinero de la cuenta de la construcción.
Además el Hospital de Bahía, de donde Mendoza es oriundo, también está involucrado. Recientemente el exasambleísta aseguró que las coimas por ese contrato se usaron para su movimiento político, Mejor.
Pero ahora, la Contraloría evidencia nuevas irregularidades en ambos casos. El examen especial demuestra que las dos contrataciones siguieron pasos sospechosos y terminaron en un perjuicio para el Estado.
Por otra parte, detecta problemas en dos contratos: la reconstrucción y remodelación del Hospital de Manta y la terminación de tres áreas del Hospital de Portoviejo.
Las cuatro contrataciones estuvieron a cargo del Servicio de Contratación de Obras (Secob), ahora en proceso de desaparición. Su director en la época, René Tamayo, también está procesado junto a Mendoza.
Los resultados de la investigación
La Contraloría inició la investigación de los contratos a inicios de año. El objetivo del examen es auditar los estudios y diseños, los procesos preparatorios, precontractual, contractual, ejecución, liquidación, pago y fiscalización de los proyectos de construcción y reconstrucción de infraestructura hospitalaria en Manabí.
Estos todavía son resultados preliminares. La Contraloría aún tiene que evaluar descargos de los implicados para tener un examen final.
Hospital Básico de Pedernales, con 30 camas
Este hospital tuvo dos contratos. El primero fue dado de baja porque la empresa contratista presentó garantías falsificadas, mientras que el segundo se dio de baja después de la detención de Mendoza.
En el primer contrato, la Contraloría confirmó que la empresa Tippmann entregó garantías “ilegítimas”. Pero, a pesar de esto, el Secob no declaró oportunamente la terminación anticipada y unilateral del contrato.
Esto puso en riesgo los USD 15,78 millones del contrato. En cuanto al segundo contrato, adjudicado al Consorcio Pedernales Manabí por USD 16 millones, los auditores hallaron que el personal de Secob rechazó ofertas de empresas que cumplían con los parámetros del proceso y cuyos presupuestos ofertados eran más bajos.
Los funcionarios de Secob favorecieron al Consorcio Pedernales Manabí, a pesar de que no cumplió con la experiencia general ni específica requerida para el contrato. Además, la empresa brindó información incorrecta sobre una subcontratista de la obra.
Para la fiscalización de la obra, la Contraloría señala que Secob invitó a un consultor de manera directa sin que éste cumpla con los requisitos previstos en los pliegos y en la normativa vigente. Esto ocasionó que se adjudique el contrato a la Constructora Mercampar S.A. por un monto de USD 637.602, pese a que no demostró la experiencia requerida.
Hospital Miguel H. Alcívar, en Bahía
La Contraloría confirmó las irregularidades también encontradas en el proceso de contratación para el nuevo Hospital de Bahía. El que tenía la ciudad quedó destruido después del terremoto de 2016.
Según la investigación, se contrató con un diseño definitivo que no cumplió con las diferentes etapas de los proyectos, en un sitio que no garantizó el adecuado funcionamiento del proyecto y que no contaba con un estudio de impacto ni licencia ambiental.
La Contraloría también detectó que, después de la suscripción del contrato con el Consorcio Bahía, la obra se adjudicó a una segunda empresa. Ésta, según la evaluación de la comisión técnica, no cumplía con los pliegos establecidos por la entidad contratante.
Además hace observaciones a la fiscalización, adjudicada a una empresa de la familia de Franklin Calderón, también vinculado en el caso Mendoza. Al respecto, la auditoría halló que el fiscalizador aprobó las planillas 1 y 2 sin revisar los trabajos realmente ejecutados.
Esto permitió al contratista el cobro de 50 aisladores sísmicos y 343.733,46 kg de acero estructural, por un monto de USD 1,9 millones, sin justificación.
Hospital Rafael Rodríguez Zambrano, de Manta
El contrato para la reconstrucción, readecuación y remodelación de la infraestructura física y operativa se firmó por USD 25,94 millones, con la Constructora Vicente Rodríguez S.A.
Pero la Contraloría detectó que todo el proceso de contratación se hizo sin evaluar inconvenientes, puesto que se iba a intervenir un hospital que se encontraba ocupado previo al inicio de los trabajos.
Esto generó retrasos en los trabajos, por lo que el contratista ejecutó únicamente obras valoradas en USD 20.597,44.
Hospital Regional Verdi Cevallos Balda, de Portoviejo
El contrato para la terminación de bloque A, terminación hospitalización ala 3 y terminación de subsuelo también tuvo problemas.
En este caso, la Contraloría encontró que el Secob no realizó acciones necesarias y efectivas a fin de efectivizar las garantías de buen uso del anticipo del contrato. Esto ocasionó que la entidad no recupere USD 345.195 hasta el corte de la acción de control. (Tomado de Primicias.ec)