Las malas noticias no paran para el peruano Paolo Guerrero. Después que su suspensión por dopaje sea ampliada a 14 meses por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), su club, Flamengo suspendió el contrato del jugaro.
El sueldo del atacante queda suspendido como ya hizo durante los primeros seis meses que cumplió de sanción. Esto se trataría de una «formalidad».
Esta suspensión está amparada la Ley Pelé, que recoge que una entidad deportiva puede suspender el contrato de un profesional cuando éste sea impedido de actuar por un plazo superior a 90 días «como consecuencia de un acto de su exclusiva responsabilidad».
Guerrero, de 34 años, no podrá volver a jugar enero de 2019 y se pierde el Mundial de Rusia con su selección.