La Asamblea Nacional de Cuba proclamó este miércoles su nueva Constitución, que sustenta un socialismo ‘irrevocable’ aunque con aperturas al mercado, en momentos de creciente hostilidad de Estados Unidos por el apoyo de La Habana a Venezuela.
«Solo a ella y a Cuba nos debemos. Ella es nuestra voluntad», dijo el presidente Miguel Díaz-Canel en Twitter, muy temprano.
La Asamblea Nacional (Parlamento) fue convocada a una sesión extraordinaria para este acto símbólico, cuando se cumplen 150 años de la primera constitución de los movimientos independentistas contra la corona española.
«La Nueva Constitución es hija de su tiempo y refleja la diversidad de la sociedad. Deviene en un legado para las nuevas generaciones de cubanos», dijo el líder histórico Raúl Castro, primer secretario del único y gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC), en la apertura de la sesión, según la oficial Agencia Cubana de Noticias.
La sesión parlamentaria será transmitida en forma diferida por la televisión estatal, dos horas después de su comienzo. La prensa internacional no tuvo acceso al Palacio de las Convenciones, sede del acto.
La nueva carta magna, que sustituye a la de 1976, es el resultado de proyecto legislativo sometido a referendo popular y aprobado por el 78,3% del padrón electoral, cifra que el gobierno consideró una victoria, aunque lejos de la casi unanimidad lograda para aprobar a su antecesora.
La Constitución se proyecta en la ruta de las reformas económicas que se aplican en la isla desde 2011, y reconoce el papel del mercado, la propiedad privada y la inversión extranjera en la economía cubana.
Actualmente unos 591.000 cubanos trabajan en forma privada, lo que representa el 13% de la fuerza laboral del país.
Pero mantiene al PCC como «fuerza superior» del Estado y la sociedad y le otorga un carácter ‘irrevocable’ al sistema socialista que vive Cuba desde 1961.
Tras la proclamación, la nueva Constitución entrará en vigor después de su publicación en la Gaceta Oficial de la República y abre un período legislativo de dos años, para emitir y adecuar las leyes complementarias. (El Universo)