A treinta años de la muerte del surrealista español Salvador Dalí un hecho preocupa a la fundación creada por el propio artista en 1983: Las máscaras de La Casa de Papel (2017), una serie de ficción en la que ocho personas con sus rostros cubiertos se toman la Fábrica Nacional de Moneda de España.
La clave del problema radica en los derechos de imagen. La máscara y unos overoles rojos que usan los protagonistas se convirtieron en íconos de la serie de televisión. Sin embargo, el bigote prominente con los extremos peinados hacia arriba y los ojos abiertos y saltones de la mascarilla, corresponden a la fisonomía del reconocido pintor, señala el portal emol.com.
«Estamos en vías de regularizar los usos del derecho de imagen de Salvador Dalí», confirmaron fuentes de la institución al portal elpais.com
La entidad «tiene asignada la gestión en exclusiva por parte del Estado español de los derechos inmateriales derivados de la obra y de la persona de Salvador Dalí» y «cualquier persona que desee ejercitar o explotar alguno de estos derechos debe contar con la autorización previa de la fundación. Y si la fundación tiene conocimiento de que estos derechos se han vulnerado, se intenta reconducir la situación, exigiendo que se regularicen los usos no autorizados», explicaron las fuentes al medio español.
La serie, creada por Álex Pina y producida por Atresmedia y Vancouver, fue estrenada en 2017 en un canal de televisión de España. Luego, Netflix adquirió la producción y la editó de tal forma que obtuvieron dos temporadas, las que posteriormente distribuyeron por todo el mundo. Fue así como La casa de Papel se convirtió en la ficción de habla no inglesa más popular de la plataforma de streaming.
En 2018 la cinta ganó el premio Emmy Internacional en la categoría de drama, y actualmente el servicio está rodando una nueva temporada. Ante las declaraciones de la Fundación Gala-Salvador Dalí, la corporación Atresmedia aseguró al mismo medio que Vancouver Media fue la que presentó «un modelo de máscara» y los overoles rojos, agrega emol.com
Además, añadió que en ningún momento la institución que vela por la imagen del pintor le envió algún requerimiento, y que «la máscara es un diseño que recuerda a Salvador Dalí, pero un bigote así lo puede llevar cualquiera, aunque Dalí lo popularizase».
Por su parte, fuentes de Vancouver señalaron al medio citado que el uso de la máscara «fue una decisión de los creadores respaldada por el equipo de arte de la productora (…) se planteó si había que pedir permiso, pero nuestro equipo jurídico recomendó que no era necesario al tratarse de una caricatura».
Asimismo, voceros de Netflix reafirmaron que «la decisión de utilizar a Dalí fue de los creadores» con respaldo del departamento jurídico. En cuanto a la serie en sí misma, en el primer capítulo se menciona que las máscaras corresponden a la figura del pintor surrealista, agregó emol.com. (El Universo)