En Tulcán, en la frontera norte, Byron R, policía en servicio activo está acusado por los familiares de su exesposa Ana M. de presunto intento de femicidio. El uniformado, quien se encontraba en estado etílico, habría agredido también a la hermana de la víctima cuando intentaba defenderla.
Un informe señala que Ana, madre de tres menores, fue encontrada sangrando en la calzada, después de las 23:00 del lunes, desde allí fue trasladada hasta el hospital Luis Gabriel Dávila, donde permanece asilada.
Los galenos indicaron que Anita presenta fracturas en el pómulo, tabique nasal y húmero, y que su estado es delicado. Mientras que su allegada presenta múltiples hematomas, pero ya dejó el centro hospitalario.
Según los médicos que brindan atención a la paciente, podría ser remitida en las próximas horas a una casa de salud de Quito, donde deberá ser sometida a una operación maxilofacial.
La mujer, desde una de las camas del hospital, denunció que no es la primera vez que es atacada y que el gendarme con quien pretendía divorciarse consumía bastante licor, problema que lo habría vuelto violento.
Los allegados indicaron que al enterarse de lo ocurrido denunciaron el caso ante la autoridad policial, que dispuso la localización del agresor, quien más tarde fue aprehendido.
Andrés Chamorro, primo de la víctima, declaró que incluso sus abuelos habían sido atacados por el efectivo. Fernando Baca, comandante (e) de la Sub Zona de Policía Carchi, manifestó que una vez que llegó la denuncia se inició la búsqueda del subalterno, quien fue localizado luego de varios allanamientos.
Baca aclaró que la institución rechaza todo tipo de violencia, más aún cuando los policías son preparados para precautelar la integridad de la ciudadanía. El oficial agregó que el sindicado está a órdenes de la justicia.
Este martes en la tarde, mientras se realizaba la formulación de cargos, amigos, familiares y un grupo de mujeres tras autoconvocarse por las redes sociales llegaron a los exteriores del Departamento de Violencia Intrafamiliar (Devif), ubicado a pocos metros de la plaza central de Tulcán, donde realizaron un plantón.
El juez de la causa dictaminó 30 días de prisión preventiva, hasta que se investigue el caso. El dictamen no gustó a los parientes y amistades, que enardecidos intentaron arrebatar de los policías al agresor para lincharlo. (El Universo)