En el cuerpo humano femenino existe una hormona que estimula el apetito. Por lo que si sus niveles son elevados e inestables te puedes convertir en una glotona compulsiva, lo que afectaría tus niveles de fertilidad.
La ghrelina está a cargo de estimular el apetito. Te puede llevar a comer de manera incontrolable y convertirte en una mujer obesa, si no está dentro de sus rangos. El peligro con la gherlina es que entra en acción cuando estás estresada.
Revelación científica
Estudios han tratado de demostrar que la ghrelina puede ser la causante de qué te conviertas en una “glotona”. Pero además analizan cómo esto podría disminuir tus niveles de fertilidad.
Investigadores de la Universidad de Melbourne (Australia) experimentaron con ratones y detectaron que la ghrelina altera los efectos negativos del estrés crónico en las probabilidades de concepción.
Concluyeron que existe una relación entre el estrés, la alimentación compulsiva y los problemas de fertilidad en las mujeres.
Fertilidad en riesgo
Cuando los investigadores bloquearon el receptor de la hormona ghrelina en las hembras ratón, bajaron los impulsos de comer de manera frenética y aumentaron gradualmente los niveles de fertilidad.
En la actualidad, la obesidad en las mujeres es una de las causas de numerosos trastornos relacionados al embarazo. Se ha llegado incluso a sugerir que el 12% de la infertilidad primaria es consecuencia de problemas de peso.