El canclón es el símbolo de este humedal, aunque está amenazado de extinción. Es un ave acuática poco común del suroccidente y la zona oriental del Ecuador, que habita en colonia en la reserva manglares Churute, en el cantón Naranjal (Guayas).
Este viernes, 2 de febrero del 2018, cuando se recuerda el Día Mundial de los Humedales, el ministro del Ambiente, Tarsicio Granizo, visitó la laguna El Canclón, en Churute.
El enorme espejo de agua es parte de una reserva marino-costera de 49 389 hectáreas de superficie, una de las más grandes del Ecuador continental.
En el golfo de Guayaquil confluyen el agua dulce de los ríos que descienden de la cordillera y el agua salina que viene del mar. Hacia el sur de la costa ecuatoriana, los manglares de Churute son el resultado de esa convergencia. El agua es el principal elemento que da vida a los humedales.
En el país, según un inventario del Ministerio del Ambiente, han sido identificados 138 en todas las regiones: 50 en la Costa, 45 en la Sierra, 30 en el Oriente y 13 en Galápagos. 18 de ellos han sido reconocidos como sitios de importancia internacional Ramsar.
Ecuador es parte de la Convención Internacional para la Conservación de Humedales Ramsar. Los humedales reconocidos son parte de tres iniciativas regionales: manglares y corales, humedales altoandinos y humedales de la cuenca amazónica. Desde 1971 el mundo reconoció el 2 de febrero como el Día Mundial de los Humedales.
Estos espacios naturales son fundamentales para la conservación de la biodiversidad y el desarrollo de las comunidades.
En el mundo, más de 660 millones de personas dependen de la pesca o la acuicultura que se desarrolla en humedales. Se calcula que el arroz cultivado en áreas que constituyen estos ecosistemas es el alimento básico de 3 500 millones de personas.
También son barreras naturales frente a inundaciones y tsunamis, en especial los manglares; regulan el ciclo de agua y del clima, controlan inundaciones y sequías, garantizan la seguridad alimentaria y cuidan el suelo para la agricultura.
Amenazados
Aunque sus beneficios son múltiples, es uno de los ecosistemas más amenazados. Desde el año 1900 se calcula que ha desaparecido el 64% de los humedales del planeta y los cambios adversos en su dinámica han causado la pérdida anual de servicios ecosistémicos valorados en USD 20 billones.
Este viernes, para hacer conciencia sobre la importancia de su conservación, el Ministerio del Ambiente desarrolló varias actividades.
El ministro Granizo realizó un recorrido de avistamiento de aves en Churute. Un grupo de pequeños dibujó sus paisajes favoritos de la reserva ecológica Cotacachi-Cayapas, en Imbabura. Y en las escuelas de Manabí se habló de algunos de sus humedales, como La Segua.