El líder indígena Leonidas Iza Salazar criticó las declaraciones realizadas por el Ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, ante la Asamblea sobre el refugio que las universidades brindaron a las comunidades indígenas. «Las declaraciones dichas no aportan a construir diálogos de paz que los ecuatorianos queremos», expresó en un comunicado.
Como ya lo solicitaron, volvió a insistir en que el presidente Lenín Moreno «pueda evaluar el desempeño de sus Ministros que entorpecen la paz en el país como el caso del señor Jarrín y la señora Romo».
«General Jarrín deje sus términos militares, esto no es una guerra, descongestione su mente», con esta frase encabeza Iza Salazar su comunicado.
Respecto a la ayuda obtenida de las universidades capitalinas comentó que esos centros demostraron una posición de sensibilidad para recibir a mujeres, niños y ancianos que acompañaron la caminata a Quito, que permitió un encuentro de pueblos indígenas con jóvenes y adultos vinculados con la academia.
De acuerdo a Leonidas Iza, la incomprensión de este suceso «hizo que algunos de los oficiales que usted dirige den la orden de bombardear con gas lacrimógeno» los patios de la U. Salesiana.
Expresó que el movimiento indígena buscará justicia respecto a ciudadanos heridos en las protestas.
Apoyo de Arquidiócesis de Quito
De manera similar, el arzobispo de Quito respaldó la respuesta que al menos cinco universidades expresaron este jueves ante la versión del ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, de que las universidades fueron centros de abastecimiento para manifestantes.
En su versión ante la Asamblea, el funcionario dijo que hubo una estrategia que estaba destinada al derrocamiento del gobierno.
Al respecto, el arzobispo de Quito, Monseñor Alfredo José Espinoza, dijo que él conoció que las parroquias eclesiales vivieron una revolución de amor y solidaridad en las jornadas de apoyo a los indígenas. El religioso agradeció a las universidades de Quito, especialmente a la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y la Universidad Politécnica Salesiana. También al pueblo de Quito que generosamente entregó donaciones de alimentos, medicinas, ropa y vituallas.
Monseñor Espinoza resaltó que la solidaridad se vivió tanto para los indígenas como para los policías y militares, grupos que se vieron enfrentados durante al menos 11 días. (EL UNIVERSO)