En Venezuela, Alexander Pirela obtuvo una licenciatura en Administración, Gerencia y Mercadeo. El viernes pasado, en el puerto de Manta, limpiaba ventanales de autos a la altura del redondel de acceso a la antigua terminal terrestre.
En Ecuador, Pirela cumplirá un año el próximo 20 de enero. Los primeros diez meses los pasó en Quito trabajando como vendedor de dulces, incluso en algunos locales. Confesó que no le pagaron el monto ofrecido.
Respecto de las actividades laborales de los migrantes, el Ministerio del Trabajo pule un sistema para el registro de los contratos con el objetivo de lograr un pago igualitario al ciudadano nacional y así evitar la precarización, según el ministro Raúl Ledesma.
En su reciente visita a Portoviejo, donde entregó el reconocimiento de personería jurídica a la Asociación de Empleados y Trabajadores del Cuerpo de Bomberos de Tosagua, Ledesma anunció que el próximo mes estaría disponible un sistema simplificado.
El venezolano Pirela, cuyos compatriotas ganaron presencia en el país el año pasado, contó que cuando estuvo en Quito desconocía sobre la cantidad de dinero que debía de percibir por su trabajo.
“Algunos nos pagaban dentro de lo normal, en otros casos nos quedaron debiendo, y uno no podía decir nada porque ante quién nos quejábamos”, comentó el hombre nativo de Ciudad Ojeda, el estado de Zulia.
Henry Saltos, dirigente provincial del Centro Unitario de Trabajadores, reconoció la existencia de casos de abusos contra migrantes al no pagarle un sueldo acorde con el que percibe un ecuatoriano.
Al venezolano Fernando Valero, oriundo de Maracaibo, supuestamente también en Quito le quedaron debiendo dinero por su trabajo. Dijo que en Manta la situación ha sido distinta, ya que ha laborado como albañil y aseguró le han respetado el pago de un salario mínimo, además de darle alimentación; él lleva seis meses en Ecuador, dos en Manta.
El mes pasado trajo al país a su esposa e hijo y aspira a inicios del 2019 retornar a su natal Venezuela para ver si “monta un negocio” con ahorros logrados en territorio nacional.
“Ojalá se componga la cosa allá, porque uno quiere volver a su tierra”, anheló Valero, quien acompaña a Pirela y dos compatriotas más en la obtención de centavos de dólar entregados por los dueños de autos que dejan que sus ventanales sean limpiados por ellos.
Al anunciar que en febrero se pondría en marcha un acuerdo mediante el cual se tendrá un régimen simplificado de registro para contratos laborales de migrantes, el ministro Ledesma señaló que el objetivo es que los foráneos que laboran en Ecuador tengan las mismas condiciones e igualdad de características para el trabajo, lo que incluye un salario a la par.
“Hay que recordar que los migrantes no requieren permiso para trabajar porque tienen visa Mercosur, pero sí requieren que se registre el contrato de trabajo ante el Ministerio del Trabajo igual que todos los trabajadores del Ecuador, eso nos va a permitir verificar que no les paguen menos”, expresó.
En Ecuador no existe un registro de presencia de extranjeros en el campo laboral, pues muchos cumplen actividades de manera informal, refirió Ledesma e indicó que se empezará a hacer inspecciones no con el ánimo de quitarles el trabajo a los extranjeros, sino prevenir que no sean precarizados.
En Guayaquil, los venezolanos con pocos meses en el país denotan su procedencia con gorras y chompas que llevan distintivos de su patria. Es común verlos en calles ofreciendo refrescos y bocados a choferes y transeúntes. Hay dueños de lubricadoras de carros que a las féminas las han contratado como impulsadoras. (I)
Apuntes
Migrantes
Éxodo
En julio pasado, cuando el éxodo de venezolanos en el país había ganado notoriedad, la Unidad de Control Migratorio de Rumichaca, en la frontera con Colombia, dio cuenta de la llegada de unos 2 mil venezolanos por día. Estimó que algunos se quedaban en Ecuador y que otros seguían en bus hacia Perú, Chile o Argentina. (Tomado de El Universo)