Aunque sus pronósticos no son idénticos, varios organismos internacionales han proyectado que el Producto Interno Bruto (PIB) regional aumentará: un 2% según el Banco Mundial (BM); un 1,9% según el FMI y un 2,2% según la CEPAL.
«La economía de la región se encuentra en el medio de una franca recuperación, luego de dos años de crecimiento negativo. Sin embargo, aún enfrenta riesgos y desafíos en el corto y largo plazo», le dijo a BBC Mundo Carlos Arteta, economista jefe del BM.
Según el informe de esta organización titulado «Perspectivas Económicas Mundiales», el fortalecimiento del consumo y la inversión privada, especialmente en países exportadores de productos básicos, impulsarán el crecimiento regional.
En este escenario, la recuperación de Brasil -que representa 40% del PIB regional- es uno de los factores más importantes.
«Una mejora gradual en el precio de productos básicos y una menor incertidumbre en materia de política económica, ayudarán a la recuperación de la inversión en la región», agregó Arteta.
Además, se prevé que el repunte de la economía mundial y la demanda de materias primas por parte de China, beneficien a las exportaciones regionales.
Los que crecerán más y menos
El país que más crecerá en 2018, según el BM, es Panamá (5,6%), debido a la inversión en proyectos de infraestructura y exportaciones de servicios.
A este le sigue República Dominicana (4,9%), gracias a un consumo doméstico sólido y un aumento del turismo extranjero.
En tercer lugar está Nicaragua (4,4%), que cuenta con una demanda interna robusta.
El el otro lado de la moneda, se encuentran los países cuyas economías, según el BM, tendrán un peor desempeño: Venezuela (-4,2%), Ecuador (0,8%) y El Salvador (1,8%).
En el caso de Venezuela, la proyección se explica por los continuos problemas en el manejo macroeconómico; en Ecuador, por la dificultad para adaptarse a los bajos precios del petróleo y en el caso de El Salvador, por la debilidad en la inversión extranjera y en la inversión fija.
La investigación del BM también proyecta que Brasil repuntará este año con un crecimiento de 2%, en la medida que mejores condiciones laborales y baja inflación, impulsen el consumo privado. También ese repunte depende de que desaparezcan los efectos residuales de la recesión y que exista un mayor respaldo a la inversión.
Incertidumbre política
«Una mayor incertidumbre política en países como Brasil, Guatemala y Perú podría frenar el crecimiento», dijo Arteta, ya que podría afectar la confianza de los agentes económicos.
«Estos tres países han visto tensiones internas debido, en parte, a posibles casos de corrupción».
Por otro lado, este es un año de elecciones presidenciales en seis países latinoamericanos (Costa Rica Paraguay, Colombia, México y Brasil y Venezuela), un elemento clave que puede tener fuertes repercusiones en el desempeño económico de la región.
Otros factores de riesgo pueden ser los eventuales desastres naturales; las alteraciones en los mercados financieros internacionales; un aumento del proteccionismo comercial en Estados Unidos o un mayor deterioro de las condiciones fiscales de cada país, dependiendo de cómo reaccionen los mercados financieros.