El balneario de Crucita estará abierta el 2 y 3 de enero del 2021

El cierre de las playas y la restricción vehicular por el número de placa afectaron al sector turístico y comercial de Manabí. Así lo afirmó la Asociación de Hoteleros esa provincia.

En Manta, las ventas en los restaurantes de la playa El Murciélago no llegaron al 15%. Ahí se tenían reservadas cenas navideñas, pero fueron canceladas.

Jorge Bastidas, trabajador de un restaurante en El Murciélago, señaló que se tuvo que cancelar los pedidos de camarón y pescado, que se había previsto comprar para ese feriado. En la parroquia Tarqui, hubo un 10% de ocupación hotelera.

La mayoría fue de personas que no pudieron viajar hacia otros cantones como Guayaquil -por la restricción vehicular- y debieron pasar la noche en los hoteles de la zona.

En Crucita, el gremio turístico señaló que tuvieron pérdidas porque las pocas reservaciones se cancelaron y debieron devolver los adelantos que habían hecho los huéspedes.

Por eso, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal señaló que “en consideración de la angustiante situación económica… de los operadores turísticos de Crucita, quienes se habían abastecido para atender la demanda durante los festivos de Navidad y de Año Nuevo, sin prever un nuevo estado de excepción por la pandemia, se emitió un alcance a las regulaciones del COE cantonal”.

De acuerdo con ese documento, las playas de Crucita y La Boca estarán abiertas el 2 y 3 de enero del 2021. Tendrán un aforo del 25%, que será controlado por aire y tierra; y se permitirá la venta de monigotes.

Además, habrá un grupo de 700 agentes de la Policía Nacional, Fuerzas Armadas y personal municipal para vigilar que se cumplan con las medidas de bioseguridad. Los hoteleros también han realizado pruebas a sus trabajadores para detectar el covid-19 y evitar contagios. (El Comercio)


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