El cambio climático se considera actualmente uno de los mayores retos y problemáticas de carácter ambiental a nivel global, que enmarca consecuencias como cambios meteorológicas bruscos, aumentos del nivel de mar, altas temperaturas y afectaciones a áreas protegidas y reservas marinas en todo el mundo.
El término ‘cambio climático’ está ligado al incremento de los gases de efecto invernadero que, tras un siglo y medio de industrialización mundial, excesivo consumo de combustibles fósiles, la tala de árboles y ciertos métodos de cultivos, calientan el planeta y provocan un cambio en el clima global.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, advirtió la semana pasada que el cambio climático es la mayor amenaza que enfrenta el mundo y pidió más ambición para frenar su impacto ya palpable en varias latitudes.
«El cambio climático es, simplemente, una amenaza existencial para la mayoría de la vida en el planeta, incluyendo y especialmente, la vida de los seres humanos”, dijo Guterres.
El máximo responsable de la ONU alertó que el cambio climático se produce más rápido que las acciones para combatirlo y que cuanto más daño se cause al planeta, el impacto será más severo e irreversible.
Desde Ecuador, el Gobierno ha implementado desde hace muchos años diversos mecanismos y cooperaciones para combatir este fenómeno climático. La declaratoria en su Constitución de los ‘Derechos de la Naturaleza’ marcó un punto de giro en 2008.
El ministro de Ambiente de Ecuador (MAE), Tarsicio Granizo, expuso a Andes que el Plan Nacional de Adaptación es el marco amplio, donde se establecen todas las propuestas y proyectos.
“Hay dos grandes líneas en el combate al cambio climático, la adaptación y mitigación. En mitigación, hay un plan que estamos desarrollando con el Ministerio de Transportes (MTOP), Ministerio de Producción (Mipro) y sindicatos del transporte pesado que se llama OPA (Optimización del Parque Automotor), lo que tratamos es que el transporte pesado optimice sus motores para que las emisiones sean menores“, apuntó Granizo.
Señaló que se trabaja con sectores agricultores de todo el país “con enfoque de género“, debido a la necesidad de proteger a sectores vulnerables como mujeres, niños y adultos, que se vean afectados por cambios climatológicos.
El Gobierno ecuatoriano socializa las buenas prácticas en el manejo racional del agua y los suelos, de conjunto con el Ministerio de Agricultura y Ganadería.
El titular del MAE aseguró que el Ecuador, a pesar de ser un país de pocas emisiones en el contexto mundial, sufre también de las consecuencias del cambio climático, como el deshielo de los diversos nevados en la sierra ecuatoriana, la desertificación y la degradación de suelos.
Esfuerzos actuales de Ecuador por un futuro mejor
Ecuador firmó en enero pasado el acuerdo denominado ‘Project Appraisal Committee’, un documento que permitirá iniciar un proceso amplio de inclusión del enfoque de género en la construcción de las llamadas Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) del Ecuador.
Granizo señaló que con la implementación de este proyecto e incluir el enfoque de género “va más allá de la retórica. No puede hablarse de cambio climático sino se habla de lo social, de lo económico, de los elementos importantes dentro del enfoque de género”.
Esta iniciativa se desarrolla en el marco del NDC-SP (NDC Support Programme), que apoya a 25 países a nivel mundial para la implementación del Acuerdo de París sobre cambio climático en el contexto de sus respectivas prioridades de desarrollo y Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En febrero de 2018, se realizó en Quito el el evento de divulgación científica de nombre “Océanos y criósfera en un clima cambiante”, donde se reunieron decenas de expertos científicos pertenecientes al reconocido ‘Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático’ (conocido como IPCC) junto al MAE y en colaboración de la Universidad Andino Simón boLÍVAR, quienes señalaron en conjunto que Ecuador es un país importante para sus investigaciones debido a sus “riesgos evidentes frente al cambio climático”.
Además, este encuentro permitió a los científicos del IPCC evidenciar el trabajo y las acciones que el Estado ecuatoriano realiza para contrarrestar los impactos del cambio climático así como los avances y la contribución a la ciencia de parte de investigadores ecuatorianos.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) constituyeron en 1988 el grupo IPCC, que tiene como misión evaluar en términos exhaustivos, objetivos, abiertos y transparentes la mejor información científica, técnica y socioeconómica disponible sobre el cambio climático en todo el mundo.
Se espera que para 2019, el IPCC presente una evaluación mundial, con guías metodológicas y documentos técnicos, sobre los inventarios de cada país sobre gases de efecto invernadero.
En este marco, la subsecretaria de Cambio Climático del MAE, María Victoria Chiriboga, indicó a esta agencia que el IPCC discutió la situación actual de glaciares y océanos a nivel regional, que es “bastante acelerado”, que podría ser un “problema mucho mayor“, según sus hipótesis.
Entre los efectos del cambio climático que ya se evidencian en Ecuador, la también Viceministra del MAE subrogante remarcó que se registra actualmente un 40% de reducción de los glaciales, como los Ilinizas, el Antisana y el Carihuairazo.
Dijo que desde hace años, Ecuador realiza inventarios ambientales donde se han identificado que los sectores que más emisiones de gases de efecto invernadero genera es el energético, que contempla las áreas de transporte de cargas pesada, la industria y, en menor escala, la industria eléctrica.
“En el caso del sector energético representa el 45% aproximadamente, en el uso de suelo es el 25% de emisiones, pero entre 2010 a 2012 se logró disminuir un 5% de reducción de emisiones, por los programas del Gobierno como ‘Sociobosque’, y procesos de reducción forestal. A pesar de ser el país pequeñito, las emisiones que generamos es del 0,15% a nivel global”, indicó Chiriboga.
En los aspectos forestales, el Gobierno ecuatoriano lanzó el pasado 28 de febrero el programa nacional denominado ‘Reverdecer Ecuador’, con el objetivo de fortalecer la gestión ambiental en todo el país, de forma inclusiva y promoviendo la responsabilidad de las autoridades locales.
Este programa, proyectado en el marco del Plan Nacional de Desarrollo 2017-2021 ‘Toda Una Vida’, contempla siete ejes de acción como la conservación, estrategias sobre ciudades sostenibles, bioeconomía, ordenamiento to territorial, educación ambiental, gestión forestal y reforestación, factores que ayudarán a resistir el cambio climático sobre Ecuador.
La cooperación internacional para luchar con el cambio climático
Ecuador ha fortalecido sus cooperaciones internacionales para enfrentar el calentamiento global. Países como Colombia, Francia y la Unión Europa se han convertido en algunos de los grandes aliados para fortalecer mecanismos ambientales para mitigar los efectos negativos del cambio climático.
El MAE, junto al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia (Mads) y al Programa Mundial de Alimentos (PMA), ya han unido estrategias para desarrollar el proyecto binacional “Construyendo capacidades adaptativas al Cambio Climático a través de la seguridad alimentaria y acciones nutricionales en comunidades afro e indígenas en la Zona Fronteriza Colombia – Ecuador”.
Esta acción tiene como objetivo implementar medidas innovadoras para fortalecer la seguridad alimentaria y nutricional, la construcción de paz y la resiliencia con un enfoque de género en las comunidades Afro y Awá.
Kyung-nan Park, representante del Programa Mundial de Alimentos en Ecuador, resaltó el trabajo conjunto y coordinado entre los dos Gobiernos, junto a gobiernos locales y las comunidades participantes para “que estén mejor preparadas para reducir las pérdidas y los daños causados por desastres naturales relacionados con el clima”.
Esta experiencia binacional, financiada por el Fondo de Adaptación, es la primera en su clase a nivel regional y tendrá una duración de 5 años, con un costo de 14 millones de dólares, donde se espera beneficiar a 19 mil personas de 120 comunidades en la zona fronteriza colombo-ecuatoriana.
Por otro lado, con Francia se han reforzado este año los diálogos para luchar contra el cambio climático, en el marco de la aplicación del Acuerdo de París, realizada bajo la IV Reunión del Mecanismo de Consultas Políticas entre ambos países, celebrada en París. Entre otros acuerdos, se decidió fortalecer la cooperación para el desarrollo a los intercambios científicos y universitarios, lingüística, educativa, cultural, defensa y seguridad.
Según Pedro Ponce, gestor de proyectos de Desarrollo Ambiental perteneciente a la delegación de la Unión Europea (UE) en Ecuador, confirmó a Andes que el bloque europeo apoya económicamente con un millón de euros a estrategias provinciales sobre cambio climático, gestionado a través del Consorcio de Gobiernos Autónomos Provinciales del Ecuador (Congope).
“Cada provincia elabora sus estrategias en base a los problemas que tiene, a los impactos que sufre por el cambio climático y también medidas de mitigación (…) cada provincia tiene sus problemas de acuerdo a dónde están localizados, a su población, automotores, en base a eso, cada provincia de manera participativa elabora sus estrategias”, añadió.
Con esta iniciativa, cada provincia tiene la posibilidad de optar por el fondo propuesto por la UE, para establecer esfuerzos de adaptación y mitigación contra el cambio climático, declaró Ponce. Además, la UE cuenta con un área cooperación denominado ‘EuroClima+’, que incluye a Ecuador, para apoyar gestiones ambientales locales.
Ponce afirmó que, durante su gestión, se ha comprobado el aumento de inundaciones en diversas localidades del país e incendios forestales durante el transcurso de los años, así como los cambios bruscos de clima y temperaturas registrados en la capital ecuatoriana.
A su vez, Ecuador ha sido sede de diálogos regionales para la búsqueda de mecanismos de incidencia en los sectores productivos de países vecinos para una mayor valoración del aporte de áreas protegidas del bioma amazónico regional.
En Quito, se efectuó el “Diálogo intersectorial sobre las contribuciones del sector productivo a la biodiversidad en el bioma amazónico”, que buscó el cumplimiento de las metas regionales en materia de conservación y uso sostenible de la biodiversidad, con enfoque en las áreas protegidas amazónicas comunes.
El objetivo fue establecer un relacionamiento entre los sistemas de áreas protegidas de todo el bioma con los sectores que obtienen beneficios de servicios ecosistémicos provistos por la Amazonía, incentivar buenas prácticas sectoriales relacionadas con inversión en áreas protegidas y valorar los aportes del sector privado de sus metas en conservación. En este encuentro participaron representantes ambientales de Perú, Colombia, Brasil y Venezuela.
Galápagos, un paraíso sensible al calentamiento global
El Gobierno ecuatoriano ha manifestado la necesidad de adoptar medidas y ejecutar acciones tendientes a impedir la degradación del hábitat de la provincia insular, así como el impacto ecológico en el delicado equilibrio de sus especies endémicas que coexisten en el Parque Nacional Galápagos y en la Reserva Marina de Galápagos.
En noviembre de 2016, Galápagos fue sede del encuentro de Finanzas Sostenibles, que fue un espacio de diálogo entre los actores de instituciones financieras de Ecuador y de Latinoamérica, para capacitarlos en identificar e implementar soluciones para las finanzas sostenibles.
Además, cada 24 de marzo la provincia insular participa en la llamada ‘Hora del Planeta’, iniciativa ambiental de carácter mundial para concientizar, conectar y movilizar a individuos y organizaciones para que actúen en favor del planeta y asuman un papel activo en la lucha contra el cambio climático. En 2018, el tema principal fue la erradicación de especies invasoras en el mundo.
En aspectos energéticos, en mayo de 2016 al menos 11 de las principales compañías eléctricas del mundo dijeron que el proyecto de energía renovable iniciado en Galápagos desde el año 2007 es un ejemplo para los países en desarrollo de cómo reducir emisiones de CO2.
En conjunto, el proyecto de energía renovable de las islas, compuesto por varias plantas eléctricas, ha proporcionado el 30 % de la electricidad consumida por la isla de San Cristóbal, ahorrando el consumo de 8,7 millones de litros de diésel y eliminando la emisión a la atmósfera de 21 mil toneladas de dióxido de carbono.
Desde abril de 2018, la Ministra-Presidenta del Consejo de Gobierno del Régimen Especial de Glápagos, Lorena Tapia, resaltó en entrevista con este medio de comunicación la necesidad de cumplir de concientizar a la ciudadanía al cumplimiento de la normativa vigente que restringe la utilización de plásticos en la provincia insular, por “razones de carácter ambiental y salud pública”.
“Hay dos elementos normativos importantes (…) una que ya prohibía desde 2003 el ingreso de botellas plásticas y un segundo elemento normativa como una ordenanza provincial vigente desde noviembre de 2015 que estableció dos residuos adicionales para prohibir su ingreso: la funda tipo camiseta y los envases con espuma-flex. Con esta medida, tomamos estos dos elementos normativos y adicionamos un residuo más: los sorbetes”, declaró Tapia.
Además, la titular del CGREG indicó que se trabaja actualmente bajo el concepto de la ganadería sostenible junto al ministerio de Agricultura y Ganadería, para evitar dejar huellas ambientales, menos emisiones de gases a la atmósfera y cuidado ambiental. (Andes)