El pleno de la Asamblea Nacional prosiguió este martes 23 de octubre con el segundo debate del proyecto del nuevo Código de Comercio, una ley aprobada en 1906.
El objetivo de este cuerpo legal es dinamizar las transacciones financieras para intercambios más transparentes. El nuevo Código de Comercio corrige falencias de la norma vigente, dinamiza transacciones bajo el principio de transparencia y legisla sobre el concepto de comercio justo, explicó el presidente de la Comisión de Régimen Económico, Pabel Muñoz, al fundamentar el informe para segundo debate que sobre el tema analiza el Pleno.
Muñoz dijo que la versión original del Código regula incluso el comercio en barcos de vela e incluye prohibiciones comerciales para mujeres y jóvenes, por lo que su modernización es pertinente.
El proyecto consta de siete libros con un total de 1.348 artículos que se refieren a la actividad mercantil y a los actos de comercio en general; personas e instrumentos del comercio; títulos, valores y crédito; obligaciones y contratos mercantiles; contratos de seguro y de transporte.
La propuesta incorpora la aplicación de principios como libertad de actividad comercial, transparencia, buena fe, licitud de la actividad, responsabilidad social y ambiental, y comercio justo.
Entre otros aspectos relevantes reconoce el comercio de masas, sobre todo en lo que atañe a la formación del consentimiento en actos y negocios jurídicos.
El proyecto, cuyo análisis en el pleno se inició la semana pasada, también consta de un marco normativo para el comercio electrónico que incluye la regulación del nacimiento de los contratos por medios electrónicos; y reconoce el descuento en títulos de crédito como forma lícita de percibir ganancias.
Sobre el comercio electrónico, Muñoz señaló que mejora el concepto, permite llevar contabilidad por este medio. Entre otros aspectos, potencia la libertad de contratación, la intervención subsidiaria del Estado solo en caso de conflicto, incluye la aplicación de principios en materia mercantil, reconoce el comercio de masas, beneficia la interpretación al no comerciante; y, otorga mayor valor a la costumbre mercantil.
También reconoce el pago por transferencia bancaria (actualmente no hay norma que reconozca jurídicamente esta operación), formas alternativas de solución de conflictos (mediación y arbitraje en materia comercial sujeta a legislación procesal del Ecuador).
En general, el proyecto regula y consolida el arriendo para lograr igualdad entre las partes y el arrendamiento con opción de compra al final del contrato.
Adicionalmente se agregan nuevos contratos mercantiles específicos para: franquicias, sistemas de distribución, servicios mercantiles, provisión de bienes y servicios, venta de establecimientos, entre otros. Además, la propuesta moderniza la figura de contrato de seguros, concebido bajo el principio de simplicidad. (El Telégrafo)