El gobierno contraerá nueva deuda por más de $ 1.000 millones. La mitad vendrá a través de la banca de inversión y lo demás mediante organismos multilaterales como el Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina-CAF.
El Comité de Deuda sesionará en el transcurso de estos días para aprobar varias operaciones. Parte del dinero servirá para la construcción del Metro de Quito.
“Es momento de endeudarse”, aseguró Richard Martínez, ministro de Economía y Finanzas, quien agregó que para sanar la situación actual no es suficiente reducir el gasto público sino también conseguir financiamiento con mejores condiciones y costos que ayuden a cubrir el déficit fiscal.
Finanzas prepara una estrategia para garantizar el pago de las obligaciones futuras, tomando en cuenta que se tienen que honrar amortizaciones en 2020 por $ 1.500 millones y en 2022 por $ 2.000 millones.
Los recursos anunciados llegarán en momentos de baja liquidez. Al 17 de agosto, la Cuenta Única del Tesoro Nacional acumuló $652,4 millones, según el Banco Central del Ecuador (BCE).
Una parte importante de los fondos que se consigan estarán destinados a seguir cubriendo el gasto corriente, pues el ajuste del Estado tomará tiempo.
Así lo analizó David Castellanos, de la consultora Multienlace, quien explicó que “el gobierno no puede dejar de atender sus compromisos corrientes” hasta que cambien las condiciones actuales.
Cree que se necesitan alrededor de $ 2.000 millones adicionales para cerrar 2018. Para este año el gobierno presupuestó el financiamiento público en $ 8.253 millones.
Pero actualmente las necesidades llegan a más de $ 11.700 millones, según la agencia Reuters. El panorama en los mercados internacionales no es el mejor actualmente. La semana pasada la corporación estadounidense Fitch Ratings bajó la calificación de riesgo para Ecuador de “B” con perspectiva negativa a “B-” con perspectiva estable.
La firma explicó que la calificación evidencia las mayores restricciones de financiamiento, así como un menor crecimiento económico. Richard Francis, director de Deuda Soberana de América Latina para la calificadora de riesgo Fitch, en una entrevista publicada en diario Expreso señaló que los mercados están pidiendo intereses muy caros por países como Ecuador.
Recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM) es una opción, pero que puede resultar difícil por el lado político. Para Diego Borja, exgerente del BCE, existen alternativas de financiamiento interno que no se han contemplado y podrían resultar favorables sin tener que acudir a los multilaterales.
Uno de esos mecanismos podría ser la titularización del flujo de las planillas de las empresas eléctricas o la cartera de la banca pública. Pero si la opción es el FMI, Ecuador no debe someter su política económica a los condicionamientos de esos organismos, observó Borja. (El Telégrafo)