De locales llenos de clientes a perchas repletas con productos que a pocos interesan es el giro que dieron los negocios relacionados con la comunidad asiática residente en Guayaquil.
El brote de coronavirus, mal originario de Wuhan, en China, continúa cobrando factura al comercio, por las limitaciones y los protocolos de seguridad.
El miedo al virus también motiva a que muchas personas eviten actividades que creen pueden exponerlas al riesgo de infección. Un ejemplo es acudir a los chifas, pues hay la idea errónea de que algunos alimentos son preparados con animales posibles causantes de la enfermedad.
A raíz de la propagación del coronavirus, el comercio en la comunidad asiática en Guayaquil bajó en un 70 %, calcula Fu Ming Zhu, titular de la Asociación 10 de Octubre de la Colonia China del Ecuador.
Ming Zhu considera necesario que se ponga en marcha una campaña que explique las causas del coronavirus.
¡Cifras en otros países alarman a ecuatorianos!
El número de muertes por coronavirus en el mundo supera las 800 personas. A nivel mundial, el virus ha infectado a 37 mil en un total de 27 países. Informaciones periodísticas señalan que Ecuador es el primer país de Sudamérica en contar con la técnica para detectar el coronavirus.
En la región, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) realizaría un curso para implementarlo en más países. “Aquí ya hemos descartado casos”, recalcó una fuente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que la epidemia de neumonía viral que brotó en China en diciembre no es, a día de hoy, generalizada (pandemia).
– “Es la peor crisis, pero seguro la superaremos”
Hace 16 años, Yan Yugiang y su esposa Yan Bing Hua salieron de China con la consigna de prosperar en Ecuador, encontrando en Guayaquil esa oportunidad anhelada. Ellos son oriundos de la provincia de Fujiang. Hace 6 años abrieron un establecimiento de productos para el hogar que está ubicado en el centro de Guayaquil. Aunque hay ventas, la pareja considera que la crisis que soportan en este momento es la más fuerte que han tenido, debido al coronavirus y por las condiciones económicas de Ecuador.
“Confiamos con que la situación cambiará pronto, tenemos las esperanzas”, expresó Yan Bing Hua, mientras atiende a una cliente que solicita flores artificiales. Una de las preocupaciones de la pareja es la postergación para la importación de productos desde China, pues como la mayoría efectuó el proceso antes de que finalizara el 2019.
– “No incluimos culebra, gato ni nada por el estilo”
Con una sonrisa, Huang Quing Fang, de 45 años, trata de ocultar su preocupación por la situación que afronta su país y por la baja clientela en el chifa que administra desde hace un año en Lorenzo de Garaicoa y Aguirre. “En los últimos días han venido pocos clientes. A nuestros clientes les desmentimos que en nuestro menú incluimos gato, culebra ni nada por el estilo”, dice Huang Quing Fang a Diario EXTRA. La mujer siente cierto alivio porque sus padres viven en Fujiang, una provincia alejada de la zona cero del coronavirus.
Mientras en el chifa que está a dos cuadras, en García Avilés y Ballén, la joven Jin li Jun ofrecía a los comensales una variedad de platos asiáticos. En el local, Aleja Vera y su hija Carmen se servían un chaulafán. La cliente comentó que ella acude con frecuencia el sitio “porque confía en la sazón y por lo económico”.
– “Hay la mercadería, pero es mínima la clientela”
A sus 30 años, Neng Yan Long es propietario de un local que ofrece zapatos y mochilas provenientes de su país. Afortunadamente realizó la importación a los pocos días de que se desatara el coronavirus; sin embargo, lo negativo del tema es que las ventas continúan a la baja.
El joven, quien llegó con unos familiares en el 2010, lamenta que no haya una campaña masiva que permita aclarar de que los asiáticos no son portadores de la enfermedad. Y es que no han faltado las personas que, por ignorancia o broma, le preguntan en el negocio si los productos no tienen impregnado el mortal virus. Por lo pronto, Neng Yan Long seguirá atendiendo de lunes a domingo, desde las 09:00 a 19:00, en su establecimiento situado en 10 de Agosto y Rumichaca. Hay deudas que pagar, por lo que cree que no es el momento para cruzarse de brazos.
– “El coronavirus no es cuestión de raza o piel”
Eran las 11:00 del sábado último y apenas dos clientes estaban en el local de luminarias que administra Cinthia Qiu. Hasta hace quince días, en un día similar había mayor movimiento. Cinthia comentó que la última importación la efectuaron en octubre del 2019. Si bien hay productos que ya no hay en perchas, también otros que siguen a la espera de interesados, entre ellos, paneles. Cinthia llegó al país con sus padres hace 15 años.
La joven está consciente de que el coronavirus continúa perjudicando a los negocios, pero cuestiona de que a los asiáticos se los relacione directamente con el coronavirus. “La enfermedad no es cuestión de raza ni color de piel. Pudo ocurrir en cualquier parte del planeta”, manifiesta la mujer, mientras termina de llenar la factura del único cliente que quedaba en el establecimiento. (Extra)