El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) tuvo una baja del 6,9 % de personas que se jubilaron este año -en el 2019 fueron 44.905 y ahora son 41.790- y el fallecimiento de más de 17.600 jubilados.
Esta situación, de acuerdo con Henry Llanes, representante de la Asociación de Afiliados, Jubilados y Pensionistas de Pichincha del IESS, se debe a distintos factores, unos generados a raíz de la pandemia COVID-19.
Explica que los fallecimientos de personas jubiladas, unas por el virus y otras no, la pérdida de empleo y la demora en trámites son los motivos principales de la disminución de pensionistas.
«El Seguro Social tiene una crisis institucional y una fuerte crisis financiera. No tiene un presupuesto estructurado sobre la población de jubilados, no tiene balances consolidados, estados financieros actualizados y auditados. Otra de las razones son los trámites en aprobar que ha retrasado la jubilación», menciona.
De acuerdo con Llanes, la falta de agilidad en los procesos de jubilación se agudizó con la pandemia y afirma que es un tema preocupante.
Como también las pérdidas humanas, asegura Manuel Muñoz, presidente de la Confederación Nacional de Jubilados y Pensionistas de Montepío del Ecuador.
«Perjudica la estabilidad de la seguridad social y las familias. Hubo fallecidos por COVID-19. Una gran cantidad de personas que quedan sin sustento», expresa.
Este año el IESS registra 17.611 jubilados fallecidos al 11 de diciembre: 12.785 hombres y 4.826 mujeres. Un aumento de casi el doble en comparación con el 2019, que fue de 9.940 jubilados muertos: 6.590 hombres y 3.350 mujeres.
Y este aumento en decesos se refleja en los montos por servicios funerarios que ascendieron en el 15,5%. Esto es que de $ 22,3 millones gastados en 2019 se pasó a $ 25,8 millones en el periodo actual.
Pichincha fue la provincia con más montos funerarios con $ 8,4 millones; seguido de Guayas con $ 7,6 millones; Manabí con $ 1,7 millones; y el El Oro con $ 1,1 millones.
“Este año los jubilados han sido los más golpeados, primero por la edad y luego por el sistema de Seguridad Social. Es muy duro», apunta Muñoz.
En tanto, la pérdida de 522.620 empleos, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), y la falta de pagos de las aportaciones por parte de los empleadores son otros factores por considerar, indica Édison Lima, presidente de la Asamblea de Jubilados, Pensionistas y Adultos Mayores del Seguro Social.
«La falta de pago oportuno de patronos y empleadores y afiliados voluntarios que no han cancelado sus aportaciones durante la pandemia es un tema que se debe arreglar con urgencia», menciona.
Lima y Llanes creen que el futuro de los próximos jubilados y pensionistas será alarmante. Y frente a esto Muñoz considera necesario sumar a otro representante de los afiliados y jubilados en el Consejo Directivo del IESS.
La Ley de Seguridad Social, en su artículo 28, indica que el Consejo Directivo debe estar integrado por un representante de la Función Ejecutiva, uno de los empleadores y otro de los asegurados.
En ocho provincias hubo aumento de jubilados
Aunque en la mayoría de provincias se registró una disminución de personas jubiladas, no fue así en Zamora Chinchipe, Pastaza, Sucumbíos, Orellana, Morona Santiago, Loja, Carchi, Bolívar y Galápagos. El aumento fue entre 11 y 80 jubilados. Por ejemplo, en la provincia de Orellana en 2019 tuvo 27 jubilados y pasó a 38 hasta diciembre de este año; y en Bolívar de 82 pasó a 162 jubilados. (El Universo)
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