El Centro de Rehabilitación Social de Varones N.° 1 de Guayaquil, también conocido como Penitenciaría del Litoral o ‘Peni’, es la cárcel donde, desde la 01:00 de ayer, guarda prisión el jugador de Barcelona, Gabriel Cortez Casierra, confirmó a este Diario el inspector general de la Policía, general Ramiro Ortega.
El centrocampista, de 27 años, y otros 10 detenidos, vinculados con la organización criminal Los Tiguerones, fueron ingresados en el pabellón 8 de este centro de privación, ubicado en el kilómetro 16,5 de la vía a Daule.
El operativo que permitió la captura de 18 personas (16 hombres y dos mujeres), procesados por delincuencia organizada, se desarrolló el pasado viernes en tres provincias: Guayas, Manabí y Esmeraldas.
Una fuente policial reveló que Cortez y los otros reclusos fueron traídos por vía terrestre, resguardados por al menos 50 agentes de unidades tácticas de la Policía Nacional.
“Antes de su traslado, ellos permanecían en la Zona de Aseguramiento de Esmeraldas. El SNAI (Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y Adolescentes Infractores) decide a qué cárcel van los presos”, explicó Ortega.
Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, Gloria Casierra, madre del jugador, desconocía la cárcel a la que fue trasladado el sexto de sus hijos.
“Me dijeron que lo iban a trasladar a La Roca (cárcel de máxima seguridad de Guayaquil), pero yo no tengo dinero para viajar y preguntar. Mi hijo era mi sustento, él es un deportista. Ya hace un año me mataron a un hijo, él sí andaba en la vagancia, pero Gabriel no”, aseguró la señora.
Recordó que en 2021, el futbolista fue víctima de un atentado cuando se movilizaba desde Rioverde a Esmeraldas y que varias veces ha recibido amenazas de muerte.
“Mi familia está destrozada. Son desgracias tras desgracias. En la masacre de septiembre de la ‘Peni’ mataron al esposo de mi hija. Él se llamaba Jorge Mojarrango Cox, tenía 30 años. Ahora temo que a mi hijo le pase lo mismo. No solo le han destruido la carrera, han puesto en riesgo su vida”, manifestó la progenitora. (Extra)
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