Tigres, uno de los grandes de México, apostó al fútbol de Jordan Sierra, el volante manabita que jugaba en Delfín hasta 2017. Para la temporada 2018 pasó a ser jugador de los Lobos Buap, donde actuó en dos torneos.
Mostró fútbol y los Gallos del Querétaro fue su segunda casa. Jugó tan bien que estuvo en dos torneos. Clubes de la MLS y mexicanos lo querían tener para este año, pero Tigres, donde también actúa Énner Valencia, se adelantó y lo fichó para la presente temporada que arrancará este fin de semana.
Lo que hizo en Querétaro fue muy bueno en el 2019.
– Creo que fue un año bueno para todos, se trabajó mucho desde la pretemporada, nadie confiaba en nosotros, hasta que se dieron cuenta que éramos un equipo bien fuerte de local como de visitante.
Regresa a Tigres, el dueño de su pase.
– Desde que me compraron a Delfín sabía que me iban a prestar a los equipos de México para adaptarme a la Liga MX, no me desesperé, trabajé mucho para poderlo conseguir y llegué a Tigres antes de lo que había pensado, casi a los dos años que me habían comprado, es algo lindo comenzar a vivir lo que es Tigres.
Estuvo cerca de irse a la MLS de Estados Unidos.
– Sí, tuve muchas propuestas, pero cuando me compró Tigres mi sueño era jugar con ellos, hoy estoy en el plantel, ahora solo toca trabajar para ganarme un puesto.
¿Qué tal volver así, teniendo una gran temporada?
– En Tigres están los mejores, me siento muy contento y motivado, ya que comienzo un nuevo reto. También sé que deberé pelear mi puesto con jugadores de selecciones, eso me enseña a comprometerme más cada día con mi trabajo.
¿Qué se siente pertenecer a esta institución?
– Todos saben que Tigres es uno de los grandes en el fútbol de México. Me da mucha alegría saber que estoy en un plantel donde solo piensan en ganar y tener títulos.
Con Querétaro solo se perdió 4 partidos y eso fue por lesión.
– Sí, una lesión bien rara, nunca me había pasado, pero las cosas suceden por algo, luego me dediqué a recuperarme con tranquilidad y cuando volví lo hice como siempre, queriendo jugar y ser un ganador.
¿Qué es lo que más exige a un jugador el fútbol mexicano.
– Te exige estar al ciento por ciento siempre, porque si no lo estás o te distraes un segundo te pasan por encima, y es en ese momento donde vas perdiendo 1-0.
Con la experiencia va a su quinto torneo mexicano.
– Desde que llegué me he dedicado a trabajar mucho para estar siempre en los planteles iniciales y cuando no estoy, me dedico a trabajar más para poder ser titular. Con Tigres será mi quinto torneo y vamos a hacer grandes cosas.
De los ecuatorianos en México, con quién tiene más contacto.
– Por ahora con Énner Valencia, porque es con el que comparto equipo, pero cada vez que me enfrento a un compatriota siempre nos saludamos, es como si hubiéramos jugado juntos, hablamos o cambiamos camisetas, son momentos alegres, ya que tratas con alguien que conoce de dónde vienes.
¿Cómo festejó el campeonato de su Delfín?
– Sinceramente quería que gane Delfín por varios compañeros que tengo allí y también porque la ciudad se merecía desde hace unos años un campeonato. Hoy ellos lo han logrado y moría de alegría, son momentos únicos que quedarán para el recuerdo.
¿Siente que Javier, su hermano fallecido, le da fuerzas desde donde esté?
– Tengo un ángel que está pendiente de todo lo que nosotros (mi familia) hacemos y estoy seguro de que nos ayuda siempre.
¿Cuál es el recuerdo que más tiene presente de él?
– Tengo un recuerdo como si fuera ayer, fue una semana antes de que lo mataran (en 2017), habíamos ido a la playa San Mateo (Manabí) para disfrutar en familia, después pasó la desgracia.
Por cierto, ¿quién le prepara el encebollado en México?
– Cuando llegué a Querétaro, una señora me escribió a mi Instagram, diciéndome que es ecuatoriana y que cuando nos conociéramos me iba a traer un encebollado, después habíamos quedado en vernos y fue cuando me sorprendió con el encebollado, desde ese momento cada vez que quiero comerlo me lo prepara, se llama Martha Ortega, una gran amiga.
¿Y cómo se lleva con los tacos?
– Los tacos son lo mejor de México, no hay nada más rico que comerlos.
Ahora luce una barba…
– Fue un fin de semana cortándome el cabello que decidió que no me quería afeitar, en ese momento me la dejé crecer y a muchas personas les gusta. (Extra)