El museo Hojas de Jaboncillo digitaliza la información de las piezas arqueológicas

El Complejo Arqueológico Hojas de Jaboncillo, ubicado en la provincia de Manabí, ha retomado las investigaciones y se han incrementado las visitas de los turistas.

Durante la pandemia por el covid-19, esas instalaciones fueron cerradas al turista y las investigaciones pararon. Pero desde junio del 2021 volvió a abrirse al público, con un estricto protocolo de bioseguridad y con un aforo máximo del 30%.

Los comuneros de la parroquia Picoazá, en Portoviejo, realizan mingas para mantener los espacios limpios y también se han creado emprendimientos gastronómicos para alentar al turista a visitar este sitio arqueológico, que se encuentra entre Montecristi, Jaramijó y Portoviejo.

La cafetería El Cacique ofrece platos típicos de la zona como la morcilla, el ceviche, entre otros. Los alimentos se sirven en las ollas de barro, características de las culturas precolombinas manabitas.

El Complejo Arqueológico Hojas de Jaboncillo espera por los visitantes. Foto: Cortesía Instituto Nacional de Patrimonio Cultural

En el sector se pueden conseguir platos desde USD 5 como la fritada manabita con chifles, los patacones con longaniza y el tradicional ceviche de pinchagua. La mayoría de los negocios atiende de jueves a domingo.

En el feriado por el Primer Grito de la Independencia, del 7 al 9 de agosto del 2021, se registraron alrededor de 662 visitas de turistas, que representa un incremento del 200% con respecto a los fines de semana anteriores.

Rosa Zambrano, moradora de Picoazá, afirmó que desde la pandemia el cerro es más visitado por ciclistas y desde agosto por familias de la Sierra. “Nos sentimos orgullosos de vivir cerca de un lugar con tanta historia. Por eso buscamos que se mantenga bonito siempre”.

El complejo es administrado por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural. Esa institución informó que se firmó un convenio con la Universidad Técnica de Manabí (UTM) para que los investigadores Richard Lunniss y Eduardo Amén trabajen a tiempo completo en proyectos arqueológicos en el cerro.

Eduardo Amén, magíster en arqueología del Neotrópico, señaló que en el cerro se elabora el sistema informático nacional del patrimonio cultural, que consiste en crear fichas con la descripción de cada elemento que se encuentra en la reserva. Este mes el trabajo se inició con el inventario de los torteros, que son elementos que se usaban para hacer hilo del algodón. “Se busca que la información esté disponible, para las personas que lo requieran, de forma sistemática”.

El complejo es administrado por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural. Foto: Cortesía Instituto Nacional de Patrimonio Cultural

El Complejo Arqueológico Hojas de Jaboncillo es el más grande de Manabí. Es una reserva de 3 500 hectáreas, en un área montañosa, con vegetación del bosque tropical y seco.

En ese lugar se encontraron vestigios de la cultura manteña, como la silla de piedra, que representa un símbolo para las élites políticas y religiosas y que fueron esculpidas en bloques de piedra arenisca, o en otras rocas de una dureza similar.

Según el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, este complejo cuenta con un área de restauración y reserva, la biblioteca Catarama (nombre de un antiguo poblado indígena de Manabí), el Arqueomuseo y el Museo de Sitio, ubicado a 3,5 kilómetros de la entrada y está compuesto por tres centros de interpretación.

En el recorrido -hasta llegar a este museo- se puede apreciar una colección arqueológica, que es el fruto de investigaciones y donaciones.

En el Arqueomuseo, en cambio, se exhiben objetos arqueológicos como copas, compoteras, conchas Spondylus, sellos o pintaderas, láminas de metal dorado, huesos tallados, fragmentos de sillas manteñas de poder, figurines de piedra, cuencos de barro, aretes de cobre, entre otros.

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