Ider Macías es un portovejense que impulsa la colocación de las cabinas de aislamiento, una iniciativa que probablemente es la primera en el país, como una medida de bioseguridad para enfrentar el COVID-19 y para reactivar la economía del cantón.
Macías, ingeniero industrial de profesión, puso la primera cabina en su vehículo, según dice, para corregir errores. Hoy, él también genera plazas de trabajo con el personal que labora con él.
“Con esto vamos a reactivar de a poco la economía, es un trabajo que nosotros realizamos, pero que a su vez le permite a los taxistas trabajar también e ir generando ingresos. Ahora debemos adaptarnos a las condiciones que se han generado por la pandemia”, expresó.
Añade que esta iniciativa se podría replicar en otras partes del país, pero aseguró que ya ha recibido llamadas de ciudades como Ventanas, Machala, entre otras, para que él pueda plasmar su trabajo en otras unidades.
El material que aplica es acrílico resistente, adapta las cabinas a los modelos de los vehículos, y atiende hasta 3 autos por día de forma organizada para evitar aglomeraciones y cumplir con los protocolos de bioseguridad.
“El precio es cómodo, adaptable por la situación que pasamos, pero que también generará confianza en la ciudadanía para transportarse de forma segura”, indicó el profesional.
Macías afirma que todos debemos cambiar nuestra cultura y empezar a cuidarnos, que esta es la manera de fomentar esos cambios.
