El Telégrafo.- Elon Musk dio el primer paso. Él retó a Mark Zuckerberg. Lo invitó al octágono y las redes sociales se encendieron con la posibilidad de que los dos multimillonarios se caigan a golpes. Y el dueño de Meta aceptó. Pidió ubicación y todo se calentó.
La cosa no quedó en un simple reto por redes. Zuckerberg decidió llamar a Dana White, el presidente de la UFC, para ver si existía la posibilidad de que incluya su pelea en una de las programaciones.
Después, White llamó al dueño de Twitter y le preguntó si la cosa iba en serio. Y ante la respuesta positiva, empezaron las charlas. Ya se dio el primer paso con una reunión virtual entre todos.
Claro, el combate sería exhibición, fuera de las reglas de UFC, pero con su respaldo logístico.