El Diario Manabí.- Las inclemencias del clima se sienten en el cantón Portoviejo en la provincia de Manabí, sobre todo en la zona, rural, donde se registraron deslizamientos de tierra y desbordamiento de un estero.
Los cerros y montañas se “derretían” y sólo se escucharon estruendos, dicen los sobrevivientes al fuerte aguacero que cayó la madrugada de este martes en los sectores Quebrada de Guillén y Bijahual.
La comunidad más afectada fue el recinto Pata de Pájaro, de Quebrada de Guillén, donde todos los habitantes tuvieron que abandonar su casas para sobrevivir. Allí las casas de madera y caña quedaron dañadas, tapadas y otras acorraladas por gran palizada, lodo y piedras que bajaban de los cerros cercanos.
El estero se desbordó y ensanchó el cauce, dañando un puente que estaba ubicado varios kilómetros más abajo. Los damnificados no tienen dónde dormir esta noche y piden colchones y alimentos. Los habitantes de este recinto dicen que fue un diluvio que duró más de cuatro horas y que nunca habían visto llover tan fuerte.
Deslizamientos de tierra y desbordamiento causan daños en vías
Las lluvias, prácticamente, arrasaron con gran parte de las vías, dejando incomunicados a muchos comuneros de la zona. Los habitantes de estas zonas rurales tuvieron que buscar un lugar seguro para precautelar su seguridad.
La lluvia afectó a las comunidades rurales de San Vicente, Quebrada Seca, Pata de Pájaro, Zapanillal, El Paraíso, Cañales, Cajones, Bijahual, Quebrada de Guillém, Tablada Las Cruces, Pechichal, Tablada del Plomo, Quebrada de los García y otros de la parroquia rural Abdón Calderón, de Portoviejo. Estas precipitaciones causaron deslizamientos de tierra en los cerros y montañas y desbordamiento de un estero. En Quebrada Seca el deslave de una montaña arrasó con una casa. Este fenómeno dejó un hombre herido, que fue rescatado de la palizada que lo arrastraba por una quebrada.