Arroz, cacao maíz bajo el agua. Así viven el invierno las comunidades que dependen del campo. En las provincias costeras de Guayas, Manabí y Los Ríos, las lluvias torrenciales dejaron un escenario sombrío.
El impacto del invierno en los agricultores
En menos de tres meses, 23 792 hectáreas están parcial o totalmente destruidas, principalmente, por inundaciones, desbordamientos de ríos y deslizamientos de tierra. Estas tres causas abarcan el 63% de la superficie agrícola perdida, según el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Estos eventos climáticos adversos dejaron hasta este 20 de marzo de 2025 a cerca de 12 mil productores sin el sustento para sus familias. La siembra de arroz, uno de los cultivos más afectados, comenzó en diciembre y enero, pero la cosecha que se espera para abril y mayo, en el caso de Guayas no será posible en 6 676 ha, pues ya se perdió totalmente.
Inicialmente, el sector tenía previsto que la siembra cubra, de entre 90 mil a 110 mil hectáreas, sin embargo, ya se perdieron los sembríos de 12 mil ha. Es decir, el impacto va del 10% al 13%.
Javier Ronquillo, presidente de la Corporación Nacional de Organizaciones de Productores Arroceros (Corpnoarroz), explica que pese a que el invierno ha sido fuerte no afectó tanto a las zonas altas, en donde el agua así como llegó se evacuó rápido. Pero esto no ocurrió en las zonas bajas, en donde los productores confiaron en que no iba a darse tantas lluvias y arriesgaron…
Maíz, cacao y plátano también están afectados
Por otro lado, Joffre Quimis, productor de maíz en Manabí, señala que, pese a las condiciones difíciles, lograron implementar medidas preventivas como fungicidas para evitar mayores daños. “Aunque ha llovido mucho, hemos tomado precauciones, y parece que la cosecha de maíz será buena”.
Pero no todos han corrido la misma suerte de Quimis, pues en su provincia cerca de 500 maiceros reportaron pérdidas parciales y totales de sus cultivos. En tanto, otros 582 productores afrontan perdidas en sus cultivos de plátano.
Un tercer cultivo afectado por el temporal es el cacao, sobre todo, los sembríos de Los Ríos, Manabí y Esmeraldas. Esto no solo impacta a la economía de los productores, sino también a las exportaciones.
Pérdidas que afronta el sector agrícola en este invierno
Las afectaciones económicas en 16 de las 24 provincias ascienden a 14,4 millones de dólares, de este monto 10 millones corresponden a pérdidas totales de cultivos.
El sector agrícola de Manabí es el más impactado con la destrucción de pastos, frutales, sembríos de granos, café, caña de azúcar. Sigue en afectaciones económicas: Los Ríos, Loja, Guayas y Cotopaxi.
La situación es más crítica para los pequeños agricultores, que además perdieron viviendas y enseres. Del 40% de la población ecuatoriana que reside en el área rural, las dos terceras partes conforman hogares de productores agropecuarios y viven en las propias Unidades de Producción Agropecuaria.
¿Qué ocurre con las políticas de mitigación de riesgos agrícolas?
Las provincias costeras son las más afectadas por el invierno, cuya intensidad y duración varían según la región. Está previsto que termine en mayo 2025, según el Inamhi. Pero, debido a las características del sector agropecuario, la intervención mayor ocurre después del fenómeno natural. Actualmente, las autoridades recorren el territorio y no se puede hacer una evaluación.
Sin embargo, El COMERCIO consultó qué acciones se hicieron para mitigar las afectaciones que ya se conocen que provoca el invierno. Entre 15 puntos que enumeró el MAG está la articulación con la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), gobiernos provinciales y parroquiales para acciones de prevención, respuesta y recuperación en el marco de la agenda de reducción de riesgos.
Sin embargo, los agricultores demandan acciones de prevención a nivel de las autoridades locales antes de que ocurran los desbordamientos de ríos, inundaciones, vendavales, entre otros eventos.
De igual forma, los boletines de pronósticos agroclimáticos para el sector llegaron tardíamente- en febrero pasado- cuando muchos de los productores ya tomaron decisiones respecto a sus siembras, a fines del 2024. Hoy cuentan sus pérdidas y, esto también se debe a que el seguro agropecuario, que protege los cultivos contra este tipo de riesgos climáticos, solo cubre a una parte de productores.
¿Qué soluciones proponen los agricultores?
*Construcción de zanjas y muros de contención en zonas bajas para prevenir encharcamientos.
*Monitoreo periódico y uso de biocontroladores para reducir el impacto de enfermedades favorecidas por la alta humedad.
*Uso de variedades de arroz resistentes al acame, como el INIAP 20 y Arenillas.
*Empleo de materiales de maíz adaptados al estrés hídrico, como el INIAP H 601.
*Manejo adecuado del drenaje y aplicación de podas controladas para reducir la incidencia de enfermedades en cacao y cítricos.
*Implementación de un programa de nutrición y aprovechamiento de las precipitaciones para expandir el cultivo de plátano en zonas altas.
*Uso de sistemas de drenaje eficientes y fertilización adecuada para mejorar la resistencia de la palma al exceso de humedad.
*Formación en buenas prácticas agrícolas para reducir el impacto de inundaciones y plagas.
*Financiamiento para la construcción y mantenimiento de canales de evacuación de agua.