El gobierno de Colombia y la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) reiniciaron este jueves 10 de mayo, en La Habana, su quinto ciclo de diálogos de paz con el objetivo de concretar avances en las negociaciones y tras la negativa de Ecuador de continuar como garante y sede de las conversaciones.
En la capital cubana, que ya acogió las negociaciones con las FARC, ambas partes anunciaron que trabajarán por concretar un nuevo alto el fuego bilateral nacional y el diseño de la participación de la sociedad en el proceso de paz.
El líder del equipo negociador del Gobierno con el ELN, Gustavo Bell, dijo sentirse «razonablemente optimista» en lograr «resultados concretos y favorables a mediano plazo», mientras que el jefe de la delegación de la guerrilla, Pablo Beltrán, afirmó que «ninguna adversidad hará que se levanten de la mesa» de diálogo.
Tanto Bell como Beltrán manifestaron su «profundo» agradecimiento a Cuba por acoger este ciclo y por su firme compromiso con la paz en Colombia y en Latinoamérica.
«Somos completamente conscientes de la responsabilidad histórica que tenemos», aseguró el jefe negociador del Gobierno colombiano. Agregó que es necesario dar «pasos decisivos» y «llegó la hora de ir concretándolos», aunque precisó que las medidas que se negociarán en esta etapa «son un medio y no un fin en sí mismo».
Bell confió en lograr, al retomar este quinto ciclo, un alto el fuego «más robusto», que permita «llegar en paz» a las elecciones presidenciales que tendrán lugar en Colombia el próximo 27 de mayo.
Mientras, el líder de la delegación del ELN insistió en que ninguna adversidad hará que la guerrilla se levante de la mesa negociadora porque «el único camino para Colombia es la paz», aunque mostró su preocupación por las «grandes dificultades» que atraviesan las FARC en su proceso de desmovilización.
Las FARC, guerrilla que firmó la paz con el Gobierno colombiano en 2016 y se convirtió en partido político, «ha puesto todos los huevos en la misma canasta y ven que está a punto de caerse y romperse», alertó Beltrán.
También consideró, respecto al diseño de la participación de la sociedad en el proceso de paz, que ·si no cambia la realidad colombiana para que no vuelva a haber alzamientos armados, estas guerrillas desaparecerán, pero aparecerán otras».
A su vez, el jefe del equipo de garantes de Cuba, el embajador Iván Mora, señaló que su país respondió «con la prontitud que merece» y «no dudó» en albergar el quinto ciclo de la negociación en consonancia con la proclama de la región como zona de paz suscrita en el marco de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) en La Habana en 2014.
En la instalación de la mesa estuvieron también presentes los representantes de los países garantes del proceso: Brasil, Chile, Noruega y Venezuela, quienes junto a Cuba han ratificado su compromiso de seguir apoyando las negociaciones, subrayó Mora. (Tomado de El Telégrafo)