El temor a un contagio masivo del coronavirus en algunas cárceles del país sería la causa de los amotinamientos que el domingo y lunes se dieron en los centros penitenciarios de Ambato y El Puyo, respectivamente, aunque presos y sus familiares de otros reclusorios del país también han expresado el mismo temor.
Por ejemplo, tras la muerte de una personas privada de libertad (PPL), de 67 años, en la cárcel de Jipijapa, Manabí, la semana pasada, los internos exigieron más atención en bioseguridad y otros aspectos, a través de un video que circuló en redes sociales.
El caso más fuerte de rebelión de presos ocurrió el domingo en el Centro de Rehabilitación Social de Ambato. Allí ya retornó la calma y se ha reforzado las seguridades en la parte interna y externa del recinto. Por la revuelta se ha acusado a 42 PPL.
La Fiscalía ya empezó la instrucción fiscal, que durará 30 días, contra los involucrados, la mayoría de ellos (40), por el presunto delito de incendio. Los otros dos serán procesados por ataque o resistencia a los dos servidores policiales que resultaron heridos. Cada uno podría recibir entre 10 y 13 años más de reclusión.
El fiscal César López, mediante audiencia virtual, mencionó que los internos pertenecen al pabellón de máxima seguridad y que habrían intentado fugarse. Presentó pruebas al juez de flagrancia.
El motín, durante el cual los reos quemaron colchones y otros objetos, fue controlado en una hora por unos 200 policías, militares, bomberos y personal de la Fiscalía. En el operativo de control se decomisaron 250 “objetos prohibidos”, entre ellos 14 teléfonos móviles, una alimentadora con 14 cartuchos y marihuana.
Preocupación de familiares
Familiares de los internos acudieron hasta la Unidad de Vigilancia Comunitaria, donde funciona Fiscalía de Flagrancia, para conocer de la suerte de estos. Insistieron en que temen por la salud de los presos, ante la supuesta existencia de casos de COVID-19 dentro de la cárcel y que habría sido el motivo de la revuelta.
Carlos Manzano, director del penal, ubicado en el sur de Ambato, respondió que no hay casos de coronavirus y que mantienen todas las normas de higienes e incluso a los nuevos reclusos los aíslan para evitar riesgos de contagio.
Refriega en la cárcel de Puyo
Un día después de la revuelta en la cárcel de Ambato, en Puyo, capital de Pastaza, los presos también se amotinaron. Un grupo de ellos subió a los techos de la cárcel situada en la comunidad de Putuimi, y lanzaron piedras y palos e intentaron destruir las puertas para fugarse.
Policías, militares y bomberos acudieron al sitio y en 40 minutos retomaron el orden. Los bomberos atendieron a diez personas, entre internos y uniformados que presentaron golpes y asfixia. El director del penal, Darwin Buñay, dijo que el motivo sería por el temor de los internos al COVID-19, pero aclaró que desde el 3 de marzo cumplen con todos los lineamientos y protocolos de prevención. (Expreso)