Varios miles de trabajadores ecuatorianos salieron este miércoles 1 de mayo del 2019, a las calles de Quito en una manifestación convocada por los principales sindicatos para protestar por un reciente acuerdo con el FMI, pedir más lucha contra la corrupción y reivindicar un trabajo digno.
Con una gran bandera de Ecuador de 10 metros de largo por cinco de ancho, los representantes sindicales pidieron estar «unidos contra la burguesía» y dramatizaron una escena en la que un militar sometía a campesinos sin escucharlos. La marcha, organizada por los sindicatos CEDOCUT y FUT, avanzó por la calles del centro de Quito con el llamamiento a defender los derechos laborales y «derrotar a los neoliberales».
«No más despidos, no más privatizaciones, no a los paquetazos», gritaban los manifestantes en alusión a recientes medidas de recorte adoptadas por el Gobierno de Lenín Moreno, y que han supuesto el despido de miles de trabajadores de la inflada maquinaria gubernamental dejada por su predecesor, Rafael Correa (2007-2017).
En una situación de estancamiento, la economía ecuatoriana se ve lastrada por la necesidad de modernización y búsqueda de nuevos motores de desarrollo -ahora depende de las exportaciones de crudo-, así como a un fuerte recorte del gasto público.
Para impulsar el desarrollo, Moreno ha conseguido de entidades financieras más de USD 10 000 millones en créditos, lo que ha encendido todas las alarmas en los sindicatos por el temor a las condiciones que puedan haber impuesto a Ecuador.
«¡No FMI, no FMI!», insistían algunos de los manifestantes, que portaban banderas rojas en alusión «a la sangre de la clase obrera». «Ajustes fiscales, flexibilidad laboral, desmantelar salud y educación. Porque donde manda el FMI manda capitán», decía otra pancarta.
En una mezcla de mensajes, otras exigían poner fin a la corrupción, declarar la lucha a las drogas o legislar en defensa de los trabajadores sexuales. En la manifestación también el reflejo de la lucha desde hace casi dos años entre correístas y morenistas, que marca y agita la vida política del país.
«Hasta USD 73 000 millones que no se recuperará un solo centavo, del dinero que se llevó el correísmo… Ni correa ni Moreno, la lucha es del pueblo», gritaba por un altavoz un representante de los sindicatos. En un mensaje por redes sociales, Moreno, que tras una semana de zigzagueo declaró hoy miércoles la jornada como festiva, rindió homenaje a todos los trabajadores que «lucharon, se sacrificaron y hasta dieron su vida por mejores condiciones laborales en Ecuador».
«Su triunfo no solo fue haberlo logrado, sino demostrar a las generaciones de ahora que el trabajo ennoblece», señaló. En un principio, Ecuador tenía prevista como festiva la jornada del 3 de mayo, con el fin de hacer un puente con el fin de semana, pero por presiones de los sindicatos terminó también declarando feriado el día 1. (El Comercio)