El alcalde de Manta, Agustín Intriago, habla sobre los proyectos que se delinearán durante su gestión para alcanzar un desarrollo a largo plazo.
¿Cuáles son los resultados de los 100 días?
Iniciamos un proceso de ruptura institucional que nos permite convertir al Municipio en herramienta útil para alcanzar los objetivos como ciudad. Y debe plasmarse en un plan de desarrollo y ordenamiento territorial, que no tenemos, pero que estamos por definir la contratación.
¿Cuánto tardará?
No menos de un año, porque debe ser un plan que garantice la continuidad de procesos de desarrollo público y ciudadano de al menos hasta el 2035. Sin plan, significa que cualquier cosa que se haga no responde a un patrón y no se sabe si va a sumar o restar.
¿Cuáles son los pilares del plan de desarrollo?
La reinstitucionalización, mejorar el territorio, ahí se incluye el tratamiento de aguas residuales; el desarrollo humano y el económico, porque sin sostenibilidad cualquier proyecto tiene vida corta.
¿Por qué declaró la emergencia sanitaria?
Declaramos la emergencia sanitaria el 30 de julio porque es insostenible. Todo el sistema hidrosanitario del cantón, que comprende las líneas de conducción, el sistema de tratamiento y la disposición final de esa agua tratada. Es una deuda histórica para la población por no haber asumido el papel de la buena administración de aguas residuales.
¿En qué consiste?
Hay una situación que merece acción inmediata y no la podemos afrontar solos. Necesitamos la intervención del Gobierno. Un gran pasivo es la falta de estudios que determine el destino de cada dólar que llegue de los organismos.
¿Cuándo estaría el plan?
Creemos que en un año. El Gobierno ya ha comprometido, a través del BDE, 15 millones de dólares.
¿A qué se destinaría?
A obras de inversión en materia de alcantarillado para poder trabajar en las áreas en las que se sigue evidenciando afectaciones del terremoto. Y para la desconexión de aguas lluvias de las servidas.
Muchas gente se queja de que las aguas servidas van al mar…
Lamentablemente todas las aguas van al mar. Nosotros recibimos agua, no tenemos cuenca propia, desde Calceta. Lo que ocurra en Portoviejo, nos afecta. Hoy estamos recibiendo aguas servidas desde Montecristi, que necesitamos que sean tratadas.
¿Van al mar?
No, van a nuestro sistema. Y del sistema, obviamente por gravedad, terminan posiblemente en el mar. Pero Manta tiene muchas playas que están totalmente alejadas de la contaminación y que promocionamos con fuerza, pero no negamos que existen ciertas playas con una afectación. En Tarqui y Los Esteros debemos poner especial atención.
¿La empresa privada puede colaborar?
Podría, pero hay que desarrollar un modelo de gestión que permita rentabilidad para la inversiones y que no castigue el bolsillo de la población.
¿Cómo se va a impulsar la industria turística?
Manta ha sido impulsada por el sector privado. Pero hay que aumentar la oferta pública y visualizar el turismo como un sistema que requiere que cada elemento funcione. Ciudadanía amable y preparada, equipar los atractivos de la ciudad, rescatar sitios abandonados y la industria cultural.
¿Cuál es la postura ante al retraso en el aeropuerto?
Sin aeropuerto no hay desarrollo. Según el Gobierno, para mayo del 2020 estaríamos inaugurándolo. Pero hay que estar vigilantes de que se firme el contrato de concesión con el gobierno coreano. Es necesario que Manta se convierta en un aeropuerto de transferencia de carga y de turismo.
Manta también es un destino turístico.
Este año hay cuatro eventos deportivos: el Gran Fondo de Nueva York (12 de octubre), Sudamericano de Fútbol Playa (1 al 5 de octubre), campeonato Paddle board. (19 de octubre) y el Todo Terreno Internacional.
Hoja de vida
Nació en Manta, Manabí, el 20 de enero de 1985. Es abogado de profesión, con una maestría en Comercio y Finanzas Internacionales, y tiene un diplomado en Formación por Competencias.
(El Comercio)